
30 de Septiembre del 2025.- El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha presentado un ambicioso plan de paz de Trump de 20 puntos diseñado no solo para poner fin a la guerra en Gaza, sino para reconfigurar el panorama político de todo el Medio Oriente. La iniciativa busca aprovechar la crisis actual como una oportunidad para sentar las bases de una nueva solución al conflicto israelí-palestino y, al mismo tiempo, impulsar la normalización de relaciones entre Israel y países clave como Arabia Saudita, Líbano y Siria. A pesar de su creatividad y alcance, los analistas advierten que el plan se enfrenta a un obstáculo monumental: el nivel de crueldad y desconfianza sin precedentes generado por el conflicto, lo que convierte su éxito en una posibilidad remota.
La principal dificultad radica en el profundo trauma dejado por los ataques de Hamás del 7 de octubre de 2023 y la posterior y devastadora respuesta militar de Israel. Esta espiral de violencia ha destrozado cualquier vestigio de confianza entre ambas partes, sembrando un odio que parece haber hecho imposible lo que es más necesario: lograr la paz. En este contexto, implementar los complejos pasos del acuerdo —que incluyen un alto el fuego, la retirada gradual de Israel, la liberación de rehenes y prisioneros, y la reconstrucción de Gaza bajo supervisión internacional— será una tarea titánica, descrita por expertos como intentar resolver un «cubo de Rubik diplomático» a diario.

Un Esfuerzo Hercúleo con Dudas Clave
El éxito de la propuesta de paz de Trump dependerá de un esfuerzo diplomático extraordinario y de la voluntad real de los líderes involucrados. Existen serias dudas sobre si el presidente Trump está dispuesto a invertir el tiempo y el capital político necesarios para presionar a todas las partes. Asimismo, persiste el escepticismo sobre el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, de quien se espera que respalde el plan no solo en inglés para la prensa internacional, sino en hebreo ante su propio gabinete. A esto se suma el factor más incierto: Hamás, cuyo liderazgo sobreviviente aún no ha dado una respuesta afirmativa, y podría sabotear el acuerdo en cualquier momento.
A pesar de las dificultades, se argumenta que este plan es absolutamente necesario por varias razones. Primero, la proliferación de tecnología militar avanzada y de bajo costo, como drones y misiles, hace que una nueva guerra en la región sea un riesgo inasumible para todos. Segundo, si el acuerdo fracasa, Israel se enfrentaría a una ocupación militar permanente de Gaza, un escenario que su propio estamento militar rechaza. Finalmente, la era de las redes sociales como TikTok ha hecho imposible ocultar el costo humano del conflicto, convirtiendo a Israel en un paria internacional y erosionando su apoyo incluso entre sus aliados tradicionales.

El Puente Hacia la Normalización y la Solución de Dos Estados
El acuerdo de paz de Trump también es visto como necesario porque intenta construir un puente hacia una eventual solución de dos Estados, un objetivo que hoy parece inalcanzable. La propuesta sugiere crear un mandato aprobado por la ONU para poner a Gaza bajo la supervisión de un gobierno internacional con participación árabe, permitiendo a los palestinos demostrar su capacidad de autogobierno. Este paso intermedio es considerado crucial para reconstruir la confianza antes de poder hablar de un estado palestino soberano, un camino que requeriría también que Israel detenga la expansión de asentamientos en Cisjordania.
El gran incentivo oculto para Israel es la oportunidad de convertir sus victorias militares tácticas contra Irán y sus aliados en un logro estratégico duradero. Si el plan avanza, podría facilitar que Arabia Saudita, Líbano, Siria e incluso Irak normalicen sus relaciones con Israel, integrándolo definitivamente en la región. Esto, a su vez, aislaría a Irán de tal manera que podría forzar un debate interno y un cambio en su estrategia. En última instancia, el plan se presenta como la última oportunidad para elegir un camino de cooperación antes de que la región se precipite hacia un futuro de conflicto sin fin.