
3 DE DICIEMBRE DEL 2025 – INTERNACIONAL. El Ministerio de Sanidad gazatí ha emitido una denuncia urgente y grave sobre la situación «alarmante» que enfrentan miles de personas que han sufrido amputaciones como resultado de los ataques israelíes en la Franja. En un comunicado oficial, las autoridades sanitarias destacaron el profundo sufrimiento humano que padece una parte significativa de la población herida. Se estima que la cifra de personas con extremidades amputadas ha escalado a alrededor de 6.000, una emergencia que requiere una respuesta médica y humanitaria inmediata para evitar el deterioro de su calidad de vida.
La denuncia, emitida en el contexto del Día Internacional de las Personas con Discapacidad, subraya la necesidad crítica de servicios de rehabilitación a largo plazo. Según la nota de Sanidad, los «6.000 casos de amputación requieren programas urgentes de rehabilitación a largo plazo», lo que pone en evidencia la escala de la crisis. Es particularmente doloroso el dato que indica que alrededor del 25% de estos casos de amputación corresponden a niños, quienes enfrentan la perspectiva de vivir con discapacidades permanentes desde una edad muy temprana.
El comunicado insistió en que el profundo sufrimiento va más allá de la lesión física y abarca una urgente necesidad de apoyo psicosocial para las miles de personas heridas y sus familias. La situación de discapacidad sobrevenida por la guerra exige que la comunidad internacional mejore drásticamente las oportunidades de atención especializada y la rehabilitación. Esta demanda busca restaurar un mínimo de dignidad y funcionalidad para quienes han sido mutilados de por vida en el conflicto.
Bloqueo de Ayuda y Escasez Médica Crítica
La emergencia se ve agravada por el bloqueo de ayuda humanitaria esencial. La Oficina de la ONU para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA) informó que entre el 10 de octubre y el 13 de noviembre, las autoridades israelíes impidieron la entrada a Gaza de más de 6.480 toneladas de ayuda vital. Esta interrupción del suministro no solo afecta a los alimentos, sino también a los insumos médicos necesarios para el tratamiento de las amputaciones y otras lesiones graves, haciendo casi imposible la atención adecuada.

Los informes de Amnistía Internacional corroboran la gravedad de la situación sanitaria. Médicos entrevistados reportan que muchos pacientes están muriendo a causa de enfermedades que deberían ser fácilmente tratables, debido a la escasez extrema de medicamentos. Se ha alcanzado un nivel crítico de carencia: el 55% de los fármacos esenciales, el 71% de los insumos desechables y el 74% de los medicamentos oncológicos y para enfermedades sanguíneas están completamente agotados, un escenario devastador para las víctimas de amputación.
El Costo Humano y la Infraestructura Destruida
La magnitud de la tragedia se refleja en las cifras del Ministerio de Sanidad palestino: desde el inicio de la ofensiva en octubre de 2023, han muerto al menos 70.112 palestinos y más de 170.986 han resultado heridos. Una proporción alarmante de estos heridos padece amputaciones y lesiones permanentes. La emergencia humanitaria es exacerbada por los daños a la infraestructura sanitaria, la falta de combustible, la destrucción de los sistemas de agua y saneamiento, y la ausencia de equipos para retirar escombros y desactivar explosivos, lo que impide el acceso seguro a la ayuda.








