
Impacto relativo menor, pero no irrelevante. El anuncio de aranceles generalizados por parte de Estados Unidos afectó relativamente menos a América Latina debido a la fórmula utilizada, basada en balanzas comerciales. Esto evitó un castigo más severo para países con relaciones más equilibradas.
No hubo negociación ni ponderación política: la región fue tratada como un bloque sin distinciones: todos los países un 10 por ciento. Las únicas excepciones: Venezuela con un arancel de 15 % y Nicaragua de 18 por ciento. México un caso diferente por ser parte del T-MEC.
Oportunidades:
- Desvío de comercio: La imposición de tarifas más altas a grandes socios como China, India o la UE abre una ventana para que países latinoamericanos coloquen más productos en el mercado estadounidense. Sectores con alta competitividad relativa —agroindustria, alimentos, minería— podrían beneficiarse.
- Mayor presencia en cadenas de valor: Las empresas norteamericanas buscarán reconfigurar sus cadenas de suministro. Algunos países de América Latina puede posicionarse como proveedor confiable y cercano.
Amenazas:
- Caída de precios de los commodities: Un escenario global de estanflación (estancamiento con inflación) afectaría severamente a Sudamérica, donde los ingresos fiscales y la estabilidad externa dependen en gran medida de los precios internacionales.
- Reducción de la demanda global: El impacto de los aranceles sobre Asia y Europa puede traducirse en una menor demanda externa para los productos latinoamericanos, afectando especialmente a países exportadores de manufacturas o bienes intermedios.
- Guerra de monedas: La devaluación del euro y el yuan frente a un dólar debilitado podría llevar a una competencia feroz por mercados externos. Esto afectaría a los países emergentes, que verían caer su competitividad relativa y podrían enfrentar flujos financieros volátiles.
Temas a seguir con atención:
- Reacciones internas en EE. UU.: La posición del Congreso y, especialmente, de la Reserva Federal, será clave. La Fed enfrenta un dilema entre controlar la inflación o sostener el crecimiento.
- Respuesta de Europa y Asia: Habrá que observar si optan por represalias comerciales o por buscar una negociación multilateral. Ambos caminos tienen impactos distintos para la región.
- Dimensión monetaria: Si el conflicto escala a una guerra de divisas, los países latinoamericanos deberán evaluar cómo proteger sus monedas y evitar salidas de capitales.
Reflexión final:
América Latina enfrenta un escenario complejo, con desafíos y amenazas pero también oportunidades. El éxito dependerá de su capacidad para reaccionar con agilidad, posicionarse estratégicamente en cadenas de suministro globales y diversificar sus mercados, todo mientras protege su estabilidad macroeconómica.
Es interesante ver cómo estos aranceles pueden abrir algunas puertas para América Latina, pero también hay que tener cuidado. No todo lo que parece una oportunidad es bueno; puede que algunos países se vean más afectados que otros. Hay que estar atentos y no dejar que esto se convierta en un problema mayor.