JERUSALÉN.— Israel aprobó ayer un acuerdo de alto al fuego con el grupo libanés Hezbolá, el cual pondría fin a casi 14 meses de combates relacionados con la guerra en la Franja de Gaza.
El alto al fuego, mediado por Estados Unidos, marcaría el primer paso importante hacia el fin de la inestabilidad regional desencadenada por el ataque de Hamás a Israel del 7 de octubre de 2023. Pero no aborda la devastadora guerra en Gaza, un conflicto más difícil de resolver.
Horas antes de que el alto el fuego con Hezbolá entrara en vigor, aviones de guerra israelíes lanzaron el bombardeo más intenso desde el inicio del conflicto contra Beirut y sus suburbios.
Al menos 24 personas murieron en ataques israelíes contra todo Líbano, de acuerdo con autoridades locales, mientras Israel señalaba su intención de seguir atacando a Hezbolá antes de que el alto al fuego se haga efectivo hoy a las 4 de la madrugada, hora local.
Israel lanzó otro enorme bombardeo contra Beirut poco después de que se anunció el alto al fuego.
Parecía haber cierto desacuerdo persistente sobre si Israel tendría el derecho de atacar a Hezbolá si creía que los combatientes del grupo político libanés habían violado el acuerdo, algo que el primer ministro Benjamin Netanyahu insistió en que era parte del trato, pero que los funcionarios libaneses y de Hezbolá rechazaron.
El gabinete de seguridad de Israel aprobó el acuerdo de alto al fuego anoche después de que fue presentado por Netanyahu, informó su oficina.
El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, calificó el acuerdo como “buenas noticias” y dijo que su gobierno haría un nuevo esfuerzo para lograr un alto al fuego en Gaza.
El presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, prometió llevar la paz a Oriente Medio, aunque no ha dicho cómo.
Aun así, se espera que cualquier cese de las hostilidades en Líbano reduzca la probabilidad de una guerra entre Israel e Irán, que respalda tanto a Hezbolá como a Hamás y ha intercambiado fuego directo con Israel en dos ocasiones este año.
Israel dijo que “atacará con fuerza” si Hezbolá rompe la tregua.
Netanyahu presentó la propuesta de alto el fuego a los ministros del gabinete después de un discurso televisado en el que enumeró una serie de logros contra los enemigos de Israel en la región.
En la reunión, dijo que un alto el fuego con Hezbolá aislaría aún más a Hamás en Gaza y permitiría a Israel concentrarse en su principal enemigo, Irán, que respalda a ambos grupos.
“Si Hezbolá rompe el acuerdo e intenta rearmarse, atacaremos”, dijo. “Por cada violación, atacaremos con fuerza”.
El acuerdo exige una pausa inicial de dos meses en los combates y requeriría que Hezbolá termine su presencia armada en el sur del Líbano, mientras que las tropas israelíes regresarían a su lado de la frontera.
Estados Unidos, mediador y supervisor
Miles de tropas libanesas y cascos azules de la ONU se desplegarían en el sur, y un panel internacional encabezado por Estados Unidos supervisaría el cumplimiento de todas las partes.
Biden dijo que Israel se reservaba el derecho de reanudar rápidamente las operaciones en Líbano si Hezbolá rompía los términos de la tregua, pero que el acuerdo “estaba diseñado para ser un cese permanente de hostilidades”.
La oficina de Netanyahu indicó más tarde que Israel apreciaba los esfuerzos de Estados Unidos para asegurar el acuerdo, pero que “se reserva el derecho de actuar contra toda amenaza a su seguridad”.