St. Vincent, el proyecto de la prolífica guitarrista Annie Clark, lanza hoy su séptimo álbum de estudio titulado All Born Screaming. Este álbum es una exploración visceral y emocionante con canciones que se mueven hacia el ska, la electrónica, y se aleja por momentos del rock progresivo con tintes pop de St. Vincent.
La icónica guitarrista nos comparte un trabajo que consagra todas las facetas que ha tenido a lo largo de su carrera, desafiando géneros y mostrando su trabajo vocal más exigente.
El primer gran reto de St. Vincent como productora incrementa la fuerza de su música
St. Vincent da una muestra de intimidad sin miedo ante un mundo cada vez más complicado
La música de St. Vincent siempre ha tenido una mezcla de valentía ante el dolor, y este disco no es la excepción. En este álbum, se aleja un poco de la conceptualidad ante el futuro y la distopía que sigue, y se sumerge en cuestiones más humanas y cercanas.
Sus letras exploran conexiones y desprecio, deseos y asco. En “All Born Screaming”, Annie canta: “Nunca he exhalado en mi vida”. Su voz es cruda y directa, sin tantos efectos como lo notamos en el MASSEDUCTION o en su homónimo. St. Vincent innova en este disco con la intensidad de una rola con el punch de “Reckless”, en el que insiste en su falta de aire “Sin aliento, sin aliento, sin aliento”:
Influencias diversas para nuevos géneros en su discografía
All Born Screaming presenta una variedad de influencias en las que Annie deja descansar la guitarra por un rato, para sorpresa de todos. Algunas canciones recuerdan el sonido industrial de Nine Inch Nails, y parte de los conflictos de Nirvana. Dave Grohl contribuye en dos canciones, y parte del álbum se grabó en Electrical Audio, el estudio de Steve Albini, quien fue también productor de Nirvana.
Aunque las letras de Clark exploran temas oscuros, la impotencia y el desamor, la música nunca se siente como una derrota contundente, ya que muestra un poquito de esperanza por momentos. Annie tuvo control absoluto sobre este disco, ya que por primera vez produce todo el álbum, rompiendo su alianza con el célebre Jack Antonoff.
El álbum es un cambio refrescante en la discografía de St. Vincent sin duda alguna. En canciones como “Hell Is Here”, la tensión que Annie crea se mezcla con una sensación de alivio, similar a “Five Years” de David Bowie.
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