
27 OCTUBRE 2027-INTERNACIONAL-El huracán Melissa alcanzó la temida categoría 5, el nivel más alto en la escala Saffir-Simpson, lo que ha puesto en alerta máxima a Jamaica y gran parte del Caribe. La monstruosa tormenta avanza de forma preocupantemente lenta, un factor que amplifica el riesgo de desastres, ya que las zonas en su trayectoria estarán expuestas a condiciones severas por un tiempo prolongado. Las autoridades y meteorólogos han emitido llamados urgentes a la población para que busquen refugio inmediatamente, ante el pronóstico de inundaciones catastróficas y deslizamientos de tierra que podrían ser mortales.
El lento avance del ciclón Melissa, a solo 5 kilómetros por hora, es una de las principales preocupaciones del Centro Nacional de Huracanes de Estados Unidos (NHC). Este ritmo pausado significa que la lluvia torrencial, que podría alcanzar hasta 1 metro (40 pulgadas), se mantendrá sobre las mismas áreas durante días, elevando drásticamente el potencial de inundaciones severas y lodo. Jamie Rhome, subdirector del NHC, fue enfático al declarar que este potencial extremo de lluvias «va a crear un evento catastrófico aquí en Jamaica» y urgió a la gente a no salir después del atardecer.

Daños y Víctimas Mortales Antes de su Impacto Total
Antes de que el ojo del huracán Melissa tocara tierra en Jamaica, sus bandas exteriores ya habían causado estragos en otras naciones caribeñas. Se reportaron al menos cuatro víctimas mortales en Haití y la República Dominicana, donde las intensas precipitaciones han generado deslizamientos de tierra y crecidas súbitas de ríos. Un hombre de 79 años fue encontrado sin vida tras ser arrastrado por una corriente, y un niño de 13 años se encuentra desaparecido en la República Dominicana, lo que subraya la brutalidad de las condiciones atmosféricas.

La desesperación de los afectados es palpable. Angelita Francisco, un ama de casa de 66 años que huyó de su barrio en la República Dominicana, relató la impotencia de ver cómo el agua de la inundación invadía su hogar, haciendo flotar electrodomésticos y arrastrando basura. El testimonio de Francisco, que huyó dejando todo atrás, es un doloroso recordatorio de la vulnerabilidad de las comunidades costeras y la velocidad con la que un fenómeno natural de esta magnitud puede destruir años de esfuerzo y estabilidad.
El NHC ha advertido de la inminencia de “inundaciones repentinas catastróficas y potencialmente mortales, así como numerosos deslizamientos de tierra en Jamaica”. Se espera que los vientos destructivos de hasta 260 kilómetros por hora causen «daños extensos a la infraestructura, cortes prolongados de energía y de comunicaciones» y una marejada ciclónica de hasta 4 metros a lo largo de la costa sur.

Winston Moxam, residente de Jamaica, se apresuraba a asegurar su casa, visiblemente preocupado por las advertencias de que Melissa podría ser peor que el huracán Gilbert de 1988. Gilbert, un evento trágico en la historia de la isla, dejó más de 40 muertos solo en Jamaica. El temor ante un evento climático de poder superior ha motivado el cierre del aeropuerto internacional de Kingston y de todos los puertos marítimos, en un esfuerzo por mitigar los riesgos.
Preparación y Reflexión Crítica sobre la Gestión de Riesgos
El gobierno de Jamaica ha habilitado refugios en toda la isla, pero la preocupación por la complacencia de algunos ciudadanos es evidente. Desmond McKenzie, funcionario gubernamental, se mostró desesperado en una rueda de prensa: «No hay nada más que podamos hacer como gobierno que rogar y suplicar a las personas que atiendan la advertencia —y si sirve de algo, me arrodillaré». Su frase, «Esta es una apuesta que no se puede ganar«

El ciclón tropical se dirige hacia el este de Cuba tras su paso por Jamaica, manteniendo su capacidad destructiva en forma de lluvias y vientos en Haití y la República Dominicana. Este panorama resalta una cuestión crítica: la necesidad de una estrategia de adaptación climática y mitigación de desastres más sólida y coordinada a nivel regional.








