
Alemania anunció este viernes que suspenderá las exportaciones de armas a Israel que puedan ser utilizadas en la Franja de Gaza, tras el anuncio del gobierno israelí sobre su plan para controlar el territorio. Esta decisión fue dada a conocer por el canciller Friedrich Merz, quien señaló que el gobierno alemán no autorizará ningún equipo militar que pueda ser empleado en la zona «hasta nuevo aviso».
Esta medida representa un giro importante, considerando que Alemania ha sido un aliado histórico y uno de los principales proveedores de armamento para Israel en Europa. Según datos del Instituto Internacional de Investigación para la Paz de Estocolmo (SIPRI), Estados Unidos lidera la venta de armas a Israel, pero Alemania ocupa un segundo lugar destacado en el suministro militar entre 2020 y 2024.
Un giro inesperado en la relación bilateral
El anuncio de Merz ocurre en un contexto de fuerte escalada bélica, luego de que el gabinete de seguridad israelí aprobara un plan para tomar el control total de la Ciudad de Gaza, territorio palestino donde han muerto más de 60,000 personas durante los últimos meses. Esta acción se da en respuesta a la incursión militar de Hamás del 7 de octubre de 2023, que dejó 1,200 muertos en Israel y centenares de rehenes.
Alemania, hasta ahora un firme aliado de Israel, ha mantenido su respaldo en foros internacionales y se ha posicionado como el principal socio comercial de Israel en la región. Sin embargo, la suspensión temporal de las exportaciones de armamento refleja un choque entre los compromisos históricos y la realidad actual del conflicto.
Memoria histórica y razones estratégicas
La alianza entre Alemania e Israel no es sólo estratégica sino también moral. La relación está profundamente marcada por la memoria del Holocausto, un trágico capítulo en el que alrededor de seis millones de judíos fueron asesinados durante la Segunda Guerra Mundial. En 2008, la entonces canciller Angela Merkel afirmó ante el Parlamento israelí que la seguridad de Israel es una cuestión de Estado para Alemania, reforzando este compromiso histórico.
No obstante, la situación actual en Gaza ha generado un debate interno en Alemania sobre hasta dónde debe llegar el apoyo militar sin comprometer principios humanitarios y democráticos. La decisión del gobierno de Merz apunta a un equilibrio complejo entre el compromiso con Israel y la presión internacional para detener la crisis humanitaria.
