
31-Julio-2025.-Trabajar como albañil en Cancún se ha convertido en una labor de alto riesgo. Obreros, contratistas y colocadores de la ciudad denunciaron que son víctimas de extorsiones por parte de policías y del crimen organizado, quienes exigen pagos semanales de hasta 500 pesos, especialmente los fines de semana, cuando reciben su salario. Estas prácticas se suman a los ya precarios sueldos y largas jornadas laborales de hasta 12 horas diarias.
Crimen organizado infiltrado en las obras
Arsenio Flora, Silvio Chan Balam y José Martínez, trabajadores originarios de distintas comunidades de Yucatán, aseguraron que las condiciones en el sector han cambiado drásticamente. “Antes trabajar en Cancún era seguro, ahora todo cambió con la llegada del crimen organizado. Los policías también nos quitan dinero y si no pagamos, las amenazas son directas”, afirmaron. Muchos de ellos han optado por trabajar por cuenta propia para no estar sujetos a estas cuotas y riesgos.
Los jornaleros también denunciaron que la llegada masiva de migrantes de Centroamérica ha afectado sus ingresos, pues muchos aceptan trabajar por salarios más bajos, incluso sin experiencia en la construcción. Esto ha generado una competencia desleal que precariza aún más el empleo en el sector.
Sindicato confirma la problemática
El Sindicato de Trabajadores de la Construcción, Gasolineras y Comercio reconoció públicamente que el crimen organizado se ha infiltrado en las obras de Quintana Roo. Según la organización, los delincuentes no solo imponen “cuotas obligatorias”, sino que en algunos casos obligan a los obreros a actuar como “halcones” o distribuidores de droga, bajo amenazas de muerte.
En 2024, la Fiscalía General del Estado desarticuló una banda dedicada a estas actividades, compuesta por ocho personas, incluidos dos menores de edad. Sin embargo, las autoridades reconocen que estas redes continúan operando, especialmente en el ejido Alfredo V. Bonfil, identificado como un bastión criminal donde incluso se han encontrado fosas clandestinas.