CIUDAD DE MÉXICO (El Universal).— El Instituto Mexicano para la Competitividad (Imco) dio a conocer que la aprobación de la reforma judicial que busca eliminar siete órganos autónomos, necesita una nueva estructura administrativa que garantice la autonomía de las decisiones que deben ser técnicas e independientes de la agenda del Poder Ejecutivo.
Atraer y retener talento e inversión no será posible sin un sistema institucional que tenga como prioridad la certeza jurídica y garantice la imparcialidad de las decisiones del gobierno.
En el marco de la aprobación de la reforma, el Imco analizó los riesgos que conlleva la desaparición de los órganos autónomos a través de las cuatro funciones que se trasladarán y cuáles son sus implicaciones para la competitividad.
En este rubro se encuentra el combate a los monopolios y la garantía de la competencia en beneficio de todos los consumidores, por lo cual se requiere una institución que tenga capacidades sólidas de investigación.
Los órganos autónomos que se pretenden eliminar son: Comisión Federal de Competencia Económica (Cofece) y el Instituto Federal de Telecomunicaciones (FIT). Los riesgos que tiene la desaparición de ambas instituciones para la competitividad son las carencias en la imparcialidad que se exigen. Esto podría traer clima de inversión poco certero para las empresas, ya que los fallos podrían emitirse basados en intereses particulares y no en técnicas.
Por otro lado, la eliminación de estos órganos puede resultar un incumplimiento en las relaciones comerciales del país en el Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC).
Es preciso que se consolide una institución independiente y autónoma, encargada de la investigación y sanción de prácticas que afecten la competencia en los mercados. También deberá incorporar la experiencia de 32 años de la Cofece, asegurando los protocolos vigentes para el análisis de los mercados y los procedimientos en forma de juicio.
Regular los mercados
Los mercados de energía e hidrocarburos necesitan una regulación estrictamente técnica enfocada en la competencia y la inversión.
Los órganos que la reforma eliminaría son: Comisión Reguladora de Energía (CRE), funciones que se trasladarían a la CFE, y la Comisión Nacional de Hidrocarburos (CNH), funciones trasladas a la Secretaría de Energía.
El riesgo de la eliminación de ambos órganos es que el poder Ejecutivo podría fungir como “juez y parte” en las decisiones sobre permisos y tarifas en los mercados de energía para beneficiar a los actores del Estados.
El T-MEC marca una disposición sobre la necesidad de garantizar que los organismos reguladores de empresas en el Estado ejerzan de manera imparcial.
Para este rubro es pertinente se traslade a la Secretaría de Energía la experiencia de la CRE.
Buscan transparencia Imco
Mantener los organismos autónomos o transferir sus responsabilidades es clave.
Compromisos
En México uno de los compromisos con el Estado mexicano es el derecho a la transparencia, a través de la existencia de mecanismos sólidos que puedan garantizarlo. Los órganos que se tienen previstos para su eliminación son el Instituto Nacional de Transparencia, Acceso a la Información y Protección de Datos Personales (Inai), trasladando sus derechos a la protección de datos personales a la Secretaría de la Función Pública.
Afectaciones
La desaparición del Inai afectaría directamente la capacidad de rendición de cuentas del gobierno y sus funcionarios.
El Imco advierte que eliminar órganos autónomos requiere una estructura que garantice su independencia. ¡Ah, claro! Porque eso es fácil de lograr en nuestro país. Seguro que el Poder Ejecutivo dejará de influenciar las decisiones técnicas. ¡Qué ocurrencia! ¿Quién necesita autonomía cuando se puede tener control absoluto?