
20-Agosto-2025.-.El gobierno de Zacatecas informó que una adolescente de 17 años continúa en estado grave tras contraer el virus de la rabia luego de ser mordida por un zorrillo en Mezquital del Oro el pasado 22 de junio. La joven permanece hospitalizada, mientras los médicos realizan esfuerzos para salvar su vida, dada la complejidad del caso y la peligrosidad del virus.
Según el secretario de Salud de Zacatecas, Uswaldo Pinedo Barrios, la mordedura ocurrió en un dedo de la mano de la adolescente. La atención médica inicial se vio dificultada porque el centro de salud local se encontraba cerrado en el horario de la tarde, por lo que la herida solo fue limpiada con artículos de primeros auxilios. El padre del menor mató al zorrillo, evitando que continuara propagando la rabia.
La falta de atención inmediata prolongó el riesgo, y la adolescente viajó junto con su familia hasta recibir valoración médica formal. Aproximadamente un mes después, fue atendida en el centro de salud de Ameca, en la zona de Valparaíso, donde se identificó la necesidad de atención especializada en un hospital de segundo nivel. Posteriormente, fue trasladada al Hospital Rural de Vicente Guerrero en Durango, a más de 430 kilómetros del lugar de la mordedura.
El secretario de Salud aseguró que el cadáver del zorrillo está bajo control, evitando la propagación del virus a otros animales o personas, aunque no se descarta que haya sido contagiado por fauna aún no detectada. Especialistas recuerdan que la rabia es una enfermedad mortal si no se trata de manera temprana y que la prevención incluye vacunación de animales domésticos, evitar contacto con fauna silvestre y acudir inmediatamente a atención médica tras cualquier mordedura.
Este caso pone de relieve la importancia de mejorar la cobertura y accesibilidad de los servicios de salud en zonas rurales, así como la educación a la población sobre los riesgos de la rabia y la necesidad de atención inmediata ante mordeduras de animales. La combinación de retraso en la atención y la peligrosidad del virus subraya la vulnerabilidad de comunidades alejadas y la urgencia de protocolos claros de manejo de mordeduras por fauna silvestre.