El mundo del automovilismo y las redes sociales están de luto: Roscoe, el querido bulldog de Lewis Hamilton, ha fallecido después de 12 años de vida junto al piloto británico. La noticia fue confirmada por el propio Hamilton, quien dio a conocer que el can murió el domingo 28 de septiembre por la tarde, en sus brazos. En su emotiva despedida, el piloto expresó cuánto significaba Roscoe para él y para quienes lo conocieron.
Roscoe no era un simple perro: era una figura reconocida en el ambiente de la Fórmula 1, con acreditación oficial para estar en el paddock y con una legión de seguidores en redes sociales. Llegó a ganar hasta 700 euros al día como modelo y su cuenta en Instagram acumulaba más de 1,4 millones de seguidores. A lo largo de los años, su presencia ornamental se convirtió en una parte simbólica de la imagen pública de Hamilton.
Durante los días previos a su muerte, Roscoe padeció complicaciones respiratorias que lo llevaron al hospital. Según Hamilton, el bulldog contrajo neumonía y presentó dificultad para respirar, siendo sedado e intubado para sostener sus funciones vitales. El piloto compartió que el corazón de Roscoe llegó a detenerse, pero fue reanimado, aunque no despertó del estado crítico. En ese contexto, y tras varios días bajo soporte vital, Hamilton tomó la desgarradora decisión de “dormirlo” para poner fin a su sufrimiento.
En su mensaje de despedida, Hamilton destacó la gratitud y el amor que Roscoe le ofreció durante todos esos años, llamándolo “un verdadero amigo, un alma hermosa, un ángel”. También reconoció lo difícil que fue tomar una decisión así y expresó su esperanza de que quienes han perdido mascotas se sientan acompañados en su dolor. Recordó que desde que llegó a su vida, Roscoe le regaló momentos inolvidables.
La huella de Roscoe en el mundo canino y mediático
Roscoe rompió esquemas para ser el primer perro con acceso constante al mundo de la Fórmula 1. Fue portada en revistas especializadas, como Dogue, y su estética y carisma le permitieron destacarse entre animales famosos del entorno deportivo. Hamilton incluso adaptó su estilo de vida y dieta para colaborar con las condiciones de salud de su mascota, como ajustes a una alimentación vegana para ayudarlo con su calidad de vida.
A pesar de la emotividad de la despedida, esta historia también abre un espacio de diálogo sobre el cuidado responsable de mascotas, especialmente en entornos de alta exposición. Ser famoso y llevar una mascota al centro de atención exige atención adicional. En el caso de Roscoe, sus problemas de salud —respiratorios, artritis— reflejan cómo aquellos animales tan visibles también enfrentan desafíos médicos que requieren dedicación constante.
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