Adela Micha vive días inolvidables, disfrutando con su hija Therese y su yerno Yosef Genish de una escapada familia en Europa que ya comenzó en Ibiza. Allí se deleitaron con el sol, el mar y los encantos de la isla, marcando el inicio de una travesía llena de momentos compartidos y sonrisas al compás del verano. Tras esa primera etapa, la familia trasladó su aventura a la romántica capital francesa, París, en una continuación natural de su itinerario vacacional lleno de encuentros y paisajes inolvidables.
Este viaje refuerza la conexión familiar y muestra cómo momentos simples, como pasear al lado de tus seres queridos, son la esencia de escapadas que dejan huella.
Adela, siempre cercana a su audiencia, compartió en redes postales encantadoras desde la ciudad del Sena. En una de ellas, aparece junto a su hija y su yerno, junto al río, con la Torre Eiffel de fondo—una estampa clásica y cargada de simbolismo para quienes visitan París. Luciendo un look en blanco ideal para caminar sin complicaciones, la periodista derrocha naturalidad y alegría.
La comunicación sincera (“¿Apoco no me extrañan?”) y la imagen de un día casual, reflejan cómo las vacaciones familiares pueden ser tan memorables por el entorno como por la atmósfera de complicidad.
Adicionalmente, Adela, Therese y Yosef visitaron el Museo del Louvre, capturando una selfie entrañable en la sala donde se exhibe La Gioconda de Leonardo da Vinci. Esta escena, tan icónica como la obra misma, refleja el deseo de compartir cultura y arte en una experiencia conjunta. Desde la solemnidad de la pintura hasta la complicidad familiar, el contraste es digno de una fotografía digna de portada.
La convivencia con arte milenario es una forma de viajar desde el corazón y desde la historia, un valor agregado que enriquece cada postal y cada recuerdo.
A lo largo de estos meses, Adela ha atesorado el tiempo de calidad con su hija y su yerno. Recientemente celebró con orgullo la graduación de Therese en Los Ángeles, un logro significativo que representa un momento de transición personal y familiar. Además, el vínculo con Yosef se ha fortalecido públicamente: se han integrado como familia con naturalidad y afecto, en bodas y celebraciones compartidas.
La periodista preserva recuerdos valiosos de esos instantes, consciente de que el verdadero viaje es estar presente en la vida de quienes amas.
Este año, en marzo de 2024, Therese y Yosef se unieron en matrimonio en una ceremonia judía frente al mar en el paradisíaco Jalisco. Fue una celebración íntima, rodeada de seres queridos, en la que Adela participó con emoción y respaldo. Esa experiencia, cercana y emotiva, sella con afecto la historia familiar que ahora continúa escribiéndose con nuevos capítulos en París.
Los viajes se convierten en capítulos vitales cuando van acompañados de legado y afecto; Adela no solo recorre destinos, sino también memorias profundas.
