
CARACAS (AP y EFE).— El gobierno venezolano denunció ayer un supuesto plan para atentar contra el presidente Nicolás Maduro y otros funcionarios de Estado y aseguró que detuvo a 14 personas, entre ellas a seis extranjeros, que estarían relacionadas con el presunto complot.
En una rueda de prensa, el ministro de Relaciones Interiores, Diosdado Cabello, afirmó que luego de un trabajo de inteligencia y rastreo también decomisaron 400 fusiles y pistolas, armamento que según el funcionario sería utilizado para ocasionar actos violentos en territorio venezolano.
Cabello dijo que entre los capturados figuran tres estadounidenses, dos españoles y un checo. Entre los estadounidenses, mencionó a un hombre al que identificó como Joseph Castañeda Gómez, que según dijo es un marinero de la Armada estadounidense y a quien acusó de pertenecer a un “equipo de mercenarios”.
“El gobierno de los Estados Unidos no está ajeno a esta operación”, acotó, y agregó que detrás de ella está un personaje “nefasto del tráfico de armas” al que nombró como Iván Simonovis.
El Departamento de Estado de Estados Unidos confirmó más tarde la detención de estadounidenses acusados de terrorismo en Venezuela y desmintió que existiera un complot contra el presidente Maduro.
“Podemos confirmar la detención de un miembro del Ejército estadounidense y estamos al tanto de informes no confirmados de otros dos ciudadanos estadounidenses detenidos en Venezuela”, dijo a EFE un portavoz del Departamento de Estado.
Estados Unidos, además, dijo que es “categóricamente falsa” cualquier afirmación de participación de Estados Unidos en un complot para derrocar a Maduro.
The Associated Press no pudo conseguir de inmediato una reacción de las autoridades estadounidenses en relación con esa denuncia. La AP envió un correo electrónico a la embajada de España en Caracas en busca de comentario pero hasta el momento no obtuvo respuesta.
El mandatario venezolano y sus aliados han acusado en numerosas oportunidades a Estados Unidos de promover supuestas conspiraciones y atentados contra el gobierno del país sudamericano, lo que han rechazado las autoridades estadounidenses. Caracas rompió relaciones con Estados Unidos en 2019.
En septiembre de 2020, el presidente Maduro anunció que había tomado la decisión de impulsar un amplio plan de seguridad con miras a frustrar una supuesta trama desestabilizadora orquestada por Washington y que, según el gobernante, salió a la luz luego de la captura de un presunto espía que estaría vinculado con la Agencia Central de Inteligencia de los Estados Unidos (CIA, por sus siglas en inglés).
El gobierno de Maduro elevó recientemente la tensión con España, país que acogió al excandidato presidencial Edmundo González tras el otorgamiento de asilo político. La oposición sostiene que González se impuso de forma contundente en las elecciones presidenciales del 28 de julio.
El canciller venezolano Yvan Gil advirtió el viernes que Caracas no permitirá “ninguna acción injerencista” luego de que la ministra de Defensa de España, Margarita Robles, calificara de “dictadura” a la administración de Maduro.
Tras su arribo a Madrid, el excandidato presidencial González ha mantenido reuniones con líderes españoles que le han expresado su respaldo. La comunidad internacional ha cuestionado los resultados anunciados oficialmente que dieron la victoria a Maduro para un tercer mandato.
Aclaración de un papá
El padre de Andrés Martínez Adasme, uno de los dos españoles detenidos en Venezuela acusados de intentar asesinar al presidente Maduro, afirmó que su hijo y el otro arrestado, ambos de Bilbao, estaban de vacaciones y no es de los servicios de inteligencia de España (CNI).
En declaraciones publicadas por el periódico español El Mundo, el padre de Martínez Adasme afirmó que su hijo y José María Basoa Valdovinos, el otro detenido, se encontraban de vacaciones en Venezuela y a principios de mes se perdió el contacto con ellos.
“Estaba desaparecido en un viaje en Venezuela y ahora está en Caracas, es todo cuanto sé”, dijo el padre de Martínez Adasme. “Niego que pertenezca al CNI”.
Según El Mundo, la familia de los dos españoles había denunciado su desaparición en redes sociales.
“Estamos buscando a José María Basoa y Andrés Martínez Adasme, quienes fueron vistos por última vez en Inírida, Colombia, el lunes 2, rumbo a Puerto Ayacucho”, publicó la familia.