
El Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) dio a conocer cifras que confirman una aceleración en la inflación de México durante el último mes. El Índice Nacional de Precios al Consumidor (INPC) se ubicó en 3.80% en su comparación anual, superando el dato registrado en el mes anterior. Este repunte en la inflación rompe con la tendencia de estabilidad que se había observado, encendiendo las luces de alerta sobre la trayectoria de los precios en el país.
El dato del 3.80% anual representa un incremento notable respecto al 3.57% con el que cerró el INPC en el mes de octubre. La aceleración de la inflación implica que los precios de bienes y servicios para el consumidor han subido a un ritmo más rápido, impactando directamente en el poder adquisitivo de las familias mexicanas. Este indicador es fundamental para las decisiones de política monetaria del Banco de México (Banxico).
Causas del Repunte Inflacionario


Aunque el comunicado del INEGI se centra en la cifra global de la inflación, es crucial analizar los componentes que impulsaron este repunte hasta el 3.80%. Generalmente, las variaciones en el INPC se deben a aumentos en los precios de productos agropecuarios, energéticos o servicios. El incremento en la inflación general sugiere que hubo presiones al alza en varios rubros de la canasta básica durante el último mes.
La inflación es un indicador clave para evaluar la salud de la economía, y su aceleración podría deberse a factores estacionales de fin de año, o a incrementos en costos de importación. El 3.80% de inflación anual se mantiene todavía dentro del rango objetivo del Banco de México, que es del 3% +/- un punto porcentual, pero la tendencia al alza justifica la atención de las autoridades económicas.
El repunte de la inflación al 3.80% anual, confirmado por el INEGI, se da en un momento en que el Banco de México ha mantenido su tasa de interés de referencia en niveles altos, precisamente para combatir las presiones inflacionarias. Esta aceleración en el INPC podría influir en las próximas decisiones de Banxico, haciéndoles reconsiderar cualquier posible recorte a la tasa de interés en el corto plazo. El objetivo del banco central es anclar las expectativas de inflación y asegurar que el nivel de precios regrese a su objetivo del 3%. Si la inflación continúa con esta tendencia al alza, se podría generar una mayor presión para que Banxico mantenga una política monetaria restrictiva, afectando el costo del crédito y la inversión.







