Un guardia de seguridad de Corea del Sur ha sido finalmente absuelto en apelación, poniendo fin a un insólito proceso judicial de casi dos años. El hombre fue acusado de robar un Choco Pie y otro pastelillo de una empresa de logística en Wanju. Lo que hace que este caso sea extraordinario es la ínfima cantidad involucrada: los bocadillos sumaban un valor total de apenas 1.050 wones (0,71 dólares). La persistencia de la empresa en denunciar el hecho como robo y la condena inicial generaron una amplia sorpresa y debate sobre la severidad legal.
La Condena Inicial por un Robo de $0.71
El incidente que desencadenó el juicio ocurrió en enero de 2024, cuando el guardia tomó un Choco Pie (valorado en 450 wones o $0.30) y un pan de crema pastelera (600 wones o $0.44) del refrigerador de la empresa. La compañía denunció este acto como robo, lo que llevó a un tribunal inferior a imponerle una multa de 50.000 wones (34 dólares). La desproporción entre el valor del objeto del supuesto robo y la sanción (además del costo emocional y financiero de un juicio de dos años) fue ampliamente criticada por la ciudadanía.
La condena inicial por una cantidad tan pequeña destacó una aplicación estricta de la ley de robo, sin considerar el contexto laboral o la costumbre de los trabajadores, un enfoque que posteriormente sería revertido por un tribunal superior.
La Defensa: No Había Intención de Robar
La defensa del guardia, un hombre de 41 años, argumentó que no existía ninguna intención de robar. Su principal argumento se basó en una práctica común dentro de la empresa: los trabajadores solían consumir los snacks del refrigerador sin que se considerara un problema. Para la defensa, la sanción de la corte inferior fue «excesivamente severa» y no tuvo en cuenta el ambiente permisivo que rodeaba el consumo de estos artículos.
La clave del caso radicó en demostrar la ausencia del animus furandi, es decir, la intención de robar el bien ajeno de forma permanente. Si los trabajadores tenían la libertad de comer los bocadillos, el acto del guardia no podía ser clasificado como un robo.
Decisión Final: Libre Consumo Excluye el Robo
El Tribunal de Distrito de Jeonju finalmente revocó la multa impuesta, dictaminando que no hubo intención de cometer un delito. La corte concluyó de manera definitiva que: «No se puede considerar que el acusado tuviera intención de robar, dado que se le había dicho que era libre de comer los ‘snacks’ almacenados en el refrigerador». La absolución reconoció el argumento de la defensa sobre el uso habitual de los refrigeradores por parte de los trabajadores.
El «Choco Pie» como Símbolo Cultural
Es interesante notar que el Choco Pie no es solo un pastelillo; es un ícono cultural y una golosina de enorme popularidad en Corea del Sur, a menudo asociado con la amistad, el compartir y, en algunos contextos, incluso con regalos y afecto. En el contexto laboral coreano, compartir y consumir snacks como el Choco Pie es una práctica común que fomenta el compañerismo entre los trabajadores. El hecho de que una empresa denunciara el consumo de un Choco Pie como un robo conllevó una resonancia simbólica más fuerte para el público, viéndolo no solo como una disputa legal por una cantidad ínfima, sino como una ofensa a una pequeña tradición cultural de camaradería laboral que el veredicto final ayudó a reafirmar.
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