TOKIO, Japón (EFE).— Un tribunal absolvió ayer a Iwao Hakamada, que pasó 47 años en prisión y es considerado el reo que más tiempo ha estado en el corredor de la muerte en todo el mundo, según el fallo del nuevo juicio por asesinato al que fue sometido tras la anulación del primero.
Hakamada, de 88 años, fue condenado a la pena capital en 1968 por el asesinato de una familia y permaneció en prisión hasta 2014, cuando la justicia anuló la sentencia por dudas sobre la veracidad de las pruebas y ordenó un nuevo juicio, algo muy poco habitual en el país asiático.
La nueva sentencia, anunciada por el juez Koshi Kunii del Tribunal de Shizuoka (suroeste de Tokio), reconoce que existió “falsificación de pruebas” por las que Hakamada fue incriminado por parte de la fiscalía y de las autoridades encargadas de la investigación.
La sentencia, recogida por la cadena estatal NHK, alude a varias irregularidades en las indagaciones, entre ellas la vulneración del derecho de Hakamada a permanecer en silencio y prácticas “inhumanas” durante el interrogatorio.
Hakamada admitió haber perpetrado el crimen en el decimonoveno día de un ciclo de interrogaciones que se prolongaban una media de 12 horas diarias, aunque posteriormente negó incansablemente los hechos desde la primera sesión del juicio contra su persona.
Ahora, la justicia nipona dicta que la confesión obtenida por las autoridades investigadoras fue “provocada” mediante “sufrimiento mental y físico”.
De un vistazo
Acusación
Iwao Hakamada, exboxeador profesional nacido en Shizuoka en 1936, fue condenado a muerte en 1968 por asesinar dos años antes al dueño de la fábrica en la que trabajaba, a la mujer de éste y a los dos hijos de la pareja y, seguidamente, quemar su casa. El nuevo veredicto puede ser apelado en un plazo de dos semanas tras ser anunciado.
¡Increíble! Después de tantos años, absuelven al reo que tenía el récord en estar en la pena capital. ¿Será que alguien se olvidó de revisar su caso en todo este tiempo? En fin, mejor tarde que nunca, ¿no?
¡Vaya, vaya! Resulta que después de 47 años, finalmente absuelven a alguien que ya estaba más muerto que vivo. ¿No sería más fácil haberlo hecho antes y ahorrarnos todo este tiempo perdido? ¡Parece que la justicia no se toma muy en serio la vida de las personas!