CIUDAD DE MÉXICO (AP).— El presidente de México dijo ayer que no combatirá a los cárteles mexicanos de las drogas por órdenes de Estados Unidos, en una de las más claras explicaciones sobre su negativa a confrontar a los grupos del crimen organizado.
Durante su mandato, el presidente Andrés Manuel López Obrador ha dado varias justificaciones en torno a su política de evitar chocar con los cárteles y que popularmente se le ha conocido como “abrazos, no balazos”, una frase que ha repetido en varios momentos.
En el pasado, ha dicho que no se puede enfrentar la violencia con violencia y en otras ocasiones ha argumentado que el gobierno tiene que enfrentar “las causas”, que, dice, son la pobreza y la falta de oportunidades. Sin embargo, ayer el presidente dejó en claro que ha sido parte de una política que llamó “Primero México”.
“No vamos a actuar como policías de ningún gobierno extranjero”, dijo el presidente López Obrador durante su conferencia matutina diaria. “Primero México. Primero nuestra casa”.
López Obrador básicamente argumentó que las drogas son un problema de Estados Unidos, no de México. Ofreció ayudar a limitar el flujo de estupefacientes al país vecino del norte, pero sobre todo, dijo, por razones humanitarias.
“Desde luego que sí ayudamos y cooperamos en el combate a las drogas, sobre todo porque ya se convirtió en un asunto muy delicado, triste, humanitario, porque pierden la vida muchos jóvenes en Estados Unidos por el fentanilo”, aseveró.
Cerca de 70,000 estadounidenses mueren al año por el consumo de opioides sintéticos como el fentanilo, el cual se elabora principalmente en México con precursores químicos traídos ilegalmente de China.
La embajada de Estados Unidos en México no respondió de inmediato a una solicitud de comentario a lo dicho por el Presidente.
Como muchas de las políticas de López Obrador, esta visión en materia de narcotráfico se remonta a la década de 1970, cuando muchos funcionarios en el país creían que la venta de drogas de los cárteles a los estadounidenses era un problema de Estados Unidos, no de México.
“Desde hace décadas, los distintos gobiernos de México han considerado que la guerra contra las bandas del narcotráfico es esencialmente un problema de los Estados Unidos”, dijo el analista en temas de seguridad David Saucedo, quien puntualizó que el consumo de drogas en territorio mexicano, aunque ha crecido (sobre todo metanfetaminas), aún está en niveles relativamente bajos.
“Por otro lado, el narcotráfico da empleo en regiones en donde el Estado mexicano no puede impulsar el desarrollo económico, genera movilidad social y las divisas que entran al país por concepto de venta de drogas ayudan a corregir el déficit de inversiones y la balanza comercial”, añadió.
López Obrador se ha pronunciado antes contra la “demonización” de los cárteles y ha animado a los líderes de la Iglesia católica a intentar negociar acuerdos de paz entre agrupaciones rivales.
En 2022, en un momento en que el Presidente explicó por qué había ordenado al Ejército no atacar a presuntos miembros de un cártel, López Obrador dijo que también cuidan su vida porque “son seres humanos”.
En algunas ocasiones, el mandatario ha hecho comentarios que le han valido críticas por no tomar en serio la situación de violencia.
En junio de 2023, cuando un grupo criminal secuestró a 14 policías, el Presidente dijo que los iba “a acusar con sus mamás, con sus papás, con sus abuelos”.
En aquel momento, residentes de una localidad en el estado occidental de Michoacán, que han vivido bajo el control de grupos del narcotráfico, reaccionaron con disgusto: “Se está burlando de nuestra situación”, dijo el propietario de un restaurante, quien como la mayoría de la gente en esa comunidad, se había visto forzado a pagar dinero al cártel local para recibir protección.
López Obrador también ha sido blanco de críticas por visitar la localidad de Badiraguato, en el estado norteño de Sinaloa y bastión de capos como Joaquín “El Chapo” Guzmán. El mandatario ha dicho que volverá antes de concluir su mandato, en septiembre.
El presidente ha establecido límites estrictos a agentes estadounidenses que operen en México y también restringió el contacto que las autoridades mexicanas pueden tener con ellos.
“El Presidente dijo en voz alta lo que hace mucho tiempo sospechábamos: su gobierno no combatió realmente a los cárteles de la droga”, dijo Saucedo, el analista de seguridad. “Sólo se dedicó a administrar el conflicto y a sentar las bases de una futura cruzada contra el narco que no le tocará a él declarar”.
Aunque México ha detenido a unos cuantos criminales de alto perfil, la política gubernamental se ha quedado rezagada respecto al poder que han adquirido los cárteles, que obtienen mucho de su dinero ya no sólo del tráfico de drogas, sino de los pagos que reciben de empresarios, rancheros, dueños de tiendas e incluso vendedores callejeros a cambio de protección que, de no hacerlo, son asesinados.
Los cárteles controlan importantes zonas de territorio tanto en el norte como en el sur de México, en estados como Guerrero y Chiapas.
De un vistazo
Concede entrevista
El presidente López Obrador reveló ayer que dio una entrevista al programa “60 Minutes”, de la televisora estadounidense CBS, que se emitirá mañana domingo a las 19 horas de México, en la que habló sobre el fentanilo y la migración.
“Amplia conversación”
La cadena, a través de su cuenta en X, añadió que el mandatario abordó “en una amplia conversación” cuestiones como la frontera con Estados Unidos, la crisis sanitaria por el fentanilo y los cárteles del narcotráfico, entre otras.
De las pocas
Esta es una de las pocas entrevistas a medios internacionales que AMLO ha dado durante su sexenio.
Esta nota Negativa de AMLO a combatir a cárteles apareció primero en Diario de Yucatán.