Nos tocó ver a The Last Dinner Party en su primera presentación en México. Este quinteto londinense nos ha dado uno de los mejores discos del año, y escuchar su Prelude to Ecstasy en vivo, a tan solo unas semanas del lanzamiento, fue un lujazo.
Esta banda está reviviendo el art rock y su teatralidad tiene que ser presenciada en vivo para asimilar todo su concepto. Desde su salida con la apertura del álbum, los fans se desvivieron en gritos y regalos para las músicas. La banda reciprocó el amor con un show enérgico y musicalmente fascinante.
The Last Dinner Party tiene un futuro brillante y sus presentaciones en vivo son excelentes
Entrega, precisión y un gran disco que The Last Dinner Party toca casi completito
El Lunario del Auditorio Nacional fue una sede ideal para mostrar los destellos de un pop brillante y guiños a otros géneros como el pop barroco y el rock. Aunque apenas tienen un disco de estudio, las inglesas extienden en algunos casos sus rolas y hasta nos regalaron escucharles una nueva canción que suena muy bien.
“Es la primera vez que tocamos pero no nos queremos ir, tocaríamos diario aquí”, dijo Abigail muy conmovida y recogiendo peluches, posters y coronas de flores que sus fans les regalaron. The Last Dinner Party convocó mucha gente en un Lunario del Auditorio Nacional repleto, a pesar de ser martes después de puente.
“My Lady of Mercy” en vivo es inmensa y de lo más fuerte que tiene la banda. Los sintetizadores del coro son abrumadores y las voces construyen un corazo mientras Abigail no paraba de girar. Esta rola en vivo mostró la energía del rock clásico con detalles de art pop que define la mezcla peculiar de la banda.
Uno de los mejores momentos claro que fue “Nothing Matters”, que absolutamente todo mundo cantó. Esta rolota es más rockera, con un riff bien definido y un solo de guitarra clásico que Emily Roberts domina a la perfección, aunque es muy sobria al tocar, su guitarra distorsionada es maravillosa. Abigail y Georgia tomaron todos los regalos de sus fans y ellas dieron setlists al finalizar el show.
Una frontwoman que no parece ser nueva en esta profesión
¡Qué bien se la pasa Abigail Morris al frente de The Last Dinner Party! La joven cantante no para de bailar, reírse y mostrar admiración hacia el resto de su banda. La verdad su voz es un deleite en vivo y se aprecia muchísimo que además baile, se tire al piso en momentos clave de las rolas y hasta se baja a cantar junto a sus fans.
Con un español bastante trabajado, dijo varias veces: “Muchas gracias, México” y hasta le dijo a Aurora al ponerle una corona de flores: “¡Qué linda!”. La voz de Abigail en vivo es una maravilla que estremece y luce muchísimo, sobre todo en “Sinner” y “On Your Side”, dos rolas en las que armoniza con la banda, pero destacan sus agudos y la potencia de su voz.
La inmensa respuesta de los fans a una banda que les emociona mucho
Qué impresión la gente que se disfrazó prácticamente como la banda y se sabía cada una de las rolas. Y ni siquiera las más famosas. Abigail se mostró conmovida con los coros de “On Your Side”, cuando en verdad la gente le arrebataba los vocales.
Otra de las más celebradas fue “Sinner”, en la que la gente gritó a más no poder y corearon durísimo. Georgia no dejaba de sonreír al ver a la gente, y Abigail mostró una sorpresa absoluta cuando le prendieron todas las luces: “¡Son muchos más de los que había visto!”, dijo con incredulidad.
Tan bien se la pasaron en este primer show en México, que tocaron una nueva rola que esperemos lancen pronto. Se llama “Big Dog” y suena a riffs de Led Zeppelin con alguna denuncia hacia alguien que se cree mucho.
Con la promesa de que volverán pronto, no se pueden perder a The Last Dinner Party en vivo, ya que tienen todo para ser una banda inmensa, de esas que presumes en el futuro haber visto en un Lunario cuando apenas comenzaban.
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