El pasado 19 de noviembre, rebeldes hutíes de Yemen aterrizaron en un helicóptero en el buque ‘Galaxy Leader’, mientras este navegaba en las aguas del Mar Rojo. Tras su llegada, los autodenominados “partidarios de Dios” privaron de su libertad a por lo menos 25 personas.
Hasta hace unas horas, la SRE (Secretaría de Relaciones Exteriores) emitió un escueto comunicado a través de la Embajada de México en Arabia Saudita, en el que reveló que “se mantiene atenta a la evolución del secuestro de una nave carguera en aguas internacionales del Mar Rojo, cuya tripulación se compone de 25 personas y entre las que, a partir de información recibida, se encuentran dos de nacionalidad mexicana”.
Y agregó: “A partir de que se tuvo conocimiento de este lamentable hecho, la Embajada de México ha realizado gestiones mediante canales diplomáticos para corroborar la situación de la tripulación y ha tenido comunicación con representantes de embajadas de otros países involucrados para allegarse de información, y realizar gestiones que conduzcan a la liberación de los tripulantes que se encuentran en dicha embarcación”.