Después de seis años de ausencia, Queens of the Stone Age regresa con In Times New Roman… para estamparnos en la cara la potencia y agresividad de sus riffs, siempre impecables, pero ahora con un motivo con el que todos podemos identificarnos: el fin del mundo.
Y sí, después de su último lanzamiento Villains en 2017, el mundo ha cambiado a pasos agigantados: la pandemia y otras enfermedades, la dominación del mundo por parte de otros géneros que no son el rock, y la pérdida irreparable de colaboradores cercanos como Mark Lanegan.
In Times New Roman… no solo nos da el motivo para festejar que seguimos vivos, sino también para gritar a los cuatro vientos el dolor que traemos dentro. No hace falta echar la lloradita, pero sí unos buenos guitarrazos. Todos vivimos el fin del mundo diferente, al fin y al cabo es el fin del mundo según la óptica de nuestras propias tragedias personales.
Queens of the Stone Age, un sonido que se perfecciona con los años
Hay bandas que definitivamente no envejecen bien, hay que decirlo, tal cual leche tienen fecha de caducidad; pero hay otras que son todo lo opuesto, y conforme pasan los años envejecen como los buenos vinos. Queens of the Stone Age cabe en este último rubro y lo demuestran desde la primera canción de su octavo disco.
“Obscenery” abre con el riff de cajón, potente, ese que te recuerda al instante la calidad de su sonido para luego pasar a un juego de cuerdas que te saca de lo familiar para irnos a nuevos ambientes. Justo la tónica del disco: sí, lo hemos escuchado antes, pero hay algo diferente en todo esto.
Seguimos con “Paper Machete” que nos da esa vibra de Lullabies to Paralyze que emociona. Riffs contagiosos que te dan ganas de bailar, pero no solo eso, también te dan ganas de dedicar, y es acá es donde nos metemos más en la letra, pues hay unas líneas matonas que valen la pena enfatizar: “La verdad es que, cara a cara, eres cobarde. Filoso como un machete de papel”. “Mi amor está muerto, ¿hay algo que no pueda reemplazarse?”.
La voz de Josh Homme sigue siendo una joya
Y sí, los riffs de Queens of the Stone Age están casi patentados, esa química entre las diferentes personalidades dentro de la banda es la que genera en gran parte ese sonido único; pero si hay algo que verdaderamente es el corazón de la banda es la voz de Josh Homme, no lo suficientemente apreciada por el mainstream.
Una voz que puede ser tan agresiva o melódica como se requiera. Puede inundarte de sensualidad o cobijarte de vulnerabilidad para darle un equilibrio a la canción y quitarle acidez a los riffs.
En In Times New Roman… podemos apreciar su madurez pero también cierta experimentación como en el sencillo “Carnavoyeur” en donde puedes escuchar la influencia vocal de David Bowie, o como en “Negative Space” en donde cambia la jugada para sonar más misterioso.
Una vibra decadente para acompañar el fin del mundo
Si bien las letras no hablan específicamente del apocalipsis, sí es notoria la influencia de cierres y portazos para dejar atrás lo que ya no tiene cabida. Sin lamentos, solamente despedidas. Un adiós al mundo que conocemos.
Dean Fertita, tecladista y guitarrista de la banda nos platicó en entrevista: “Mira a tu alrededor, este concepto o idea es lo que todo mundo está viviendo. Por mucha incertidumbre que haya en el mundo, sabemos que nos tenemos el uno al otro y hay que celebrar eso”.
“Emotion Sickness”, que el mismo Fertita nos confesó que no la habían pensado como sencillo, es una muestra de que Queens of the Stone Age domina a la perfección su sonido de manera que evoluciona con cambios de ritmo y ambientes sin dejar de lado su esencia. Y volvemos a la voz de Homme que es lo que le da sentido a todo: “La gente va y viene fácilmente. ¿Para toda la vida Posiblemente. Realmente no lo sé”.
“Time & Place” y “Made to Parade” son esas canciones que sientes que pudiste haber escuchado antes pero con elementos renovados, esas rolas que por alguna razón te dan nostalgia. Tal vez porque nos recuerdan aquellos tiempos donde este tipo de riffs eran más comunes, más accesibles, más expuestos.
“Para mí, ‘In Times New Roman’ es mi hogar”
En la misma charla, le contábamos a Dean Fertita que un fan en internet agradecía el regreso de Queens of the Stone Age, pues el sencillo “Emotion Sickness” lo hacía sentir como si volviera a casa, a lo que nos respondió: “Para mí, todo el disco es mi hogar”. Y al escuchar el álbum en su totalidad nos sentimos de la misma manera.
In Times New Roman nos recuerda por qué el rock dominó por muchas décadas y por qué sigue despertando nostalgia ante la llegada de nuevos géneros. Escucharlo fue como encontrarse con un viejo amigo y llenarnos de emoción al grado de pasar el mayor tiempo posible tratando de ponernos al corriente.
Volver a escuchar música nueva de Queens of the Stone Age fue como regresar a casa para recordar esos grandes momentos que añoramos, pero también para confirmarnos que aún hay momentos increíbles en el horizonte, probablemente más de los que esperamos.