El corrido tumbado ha tomado fuerza dentro del regional mexicano, llevándolo a un nuevo auge de popularidad. Por eso, no es de extrañarse que el Arre HSBC –que armó un line-up variado con iconos de la vieja escuela y nueva sangre– le diera el estelar del primer día a Natanael Cano.
Tomando el escenario La Hacienda poquito después de las 10 de la noche del sábado, Nata demostró por qué para muchos él es el mero mero dentro de la escena del corrido tumbado (con el perdón de otros exponentes que lo han popularizado quizá de manera más internacional).
Y uno pensaría que con ver sus números en plataformas sería suficiente para entender el fenómeno, pero hacía falta verlo en vivo encabezando un festival de regional mexicano para confirmarlo.
Natanael Cano en el Arre HSBC
El joven de Sonora viene de lanzar el disco Nata Montana, así que las referencias a ‘Scarface’ no podían faltar. Su presentación abrió con una reproducción de “Push It to the Limit” de Paul Engemann, dándole un sorpresivo toque ochentero a la espera.
Y cuando las luces se pusieron medio tenues, se abrió el telón (bueno, más bien cayó la manta blanca que recubría el escenario al inicio) para recibir a Natanael Cano en el Arre HSBC.
“Arriba los corridos tumbados”, gritó Nata una vez que se salió a escena. Y aunque seguro muchos esperaban ponerse ‘belicones’ desde el inicio, el artista primero se dejó caer con una rolilla romanticona como lo es “Mi bello ángel”. Luego de eso, ahora sí, el asunto se puso más ‘jalado’ (como el propio Cano decía repetidamente) con “Soy el diablo”.
“Esta noche nos vamos a pegar una loquerona con mi gente de la CDMX”, dijo Natanael Cano para elevar los ánimos en la tarima principal, La Hacienda, del Arre HSBC, que para sorpresa de nadie estaba a reventar.
Entre el público se podía a notar a los más fans, quienes coreaban cada rola sin olvidar la letra… Y luego, estaban por ahí otros que a lo mejor no eran tan fans, pero que tenían justo las ganas de echar la fiesta precisamente.
Con “La lokerona”, los montones de amigos entre el público saltaban abrazados, confirmando que todos estaban listos para ‘lokiar’ sin detenerse. Y si somos honestos, la cosa sí se puso medio intensa a medida que avanzaba la presentación del de Hermosillo. Pero vamos de a poquito…
La altura de la CDMX hace de las suyas, pero no baja los ánimos
Una de las cosas que más llamó la atención en el show de Natanael Cano en el Arre HSBC, fue el uso de un tanque de oxígeno para el cantante. Como él lo ha dicho anteriormente, ocupa esto ya que la altura de la CDMX le complica un poco las presentaciones, así que se da un break para tomar aliento… Pero eso no merma ni hace que los ánimos disminuyan para él o para su audiencia.
“Si se la saben, la cantan” decía Natanael repetida y prácticamente siempre que estaba a punto de cantar una canción más. “Pancake”, “El de la codeina”, “Mi nuevo yo” y “El drip” (luego de darle otro llegue a su tanque de oxígeno) pusieron ese ambiente fiestero y ‘belicoso’ que ya se esperaba.
Y él mismo contó que le pidieron que “Nata, no brinques, no corras que te vas a cansar”, por ese detalle de la altura. Pero es justo decir que no hizo mucho caso de la advertencia (jeje).
Los ánimos a tope, la fiesta imparable… y algunos conflictos no tan chidos entre el público
Para los amantes de los corridones tumbados, la primera sorpresa llegó con “Porte exuberante” con Óscar Maydon como invitado especial. Si los ánimos ya andaban a tope, con esto se sintió cómo la gente se ponía en un mood más intenso. Nata lo notó y un “viva la Ciudad de México” le salió del pecho, con sonrisa incluida, para luego entonar “Carlitos”.
Por ahí volvió el ambiente medio romanticón para esos que andaban cursis, y otros más que a lo mejor no lo eran tanto. Algunas parejitas se ponían melosas, otras más andaban tirando la lágrima…
Y para ponerle un toque muy random a la fiesta, se los juro, hasta vimos a un chico desmayado mientras lo cargaban entre el público. Esperemos que esté bien, pero en efecto, ya estaba un poco denso el ambiente en algunas zonas del concierto.
Algunos amigos y seguidores incluso nos contaron que, en diferentes partes, ya empezaba a haber encontronazos entre el público. Nada sumamente grave –por lo que sabemos hasta ahora–, pero pues nunca fallan los desconectados o los alucines en los festivales desafortunadamente. Pero bueeenoooo.
Los fans disfrutaron a Natanael Cano en el Arre HSBC
Natanael Cano sabe que la gran cantidad de gente que se acercó a verlo no es vano. Así que sin pensarla mucho, en un par de ocasiones bajó del escenario para acercase a la gente y cantar con un fan algunos versos de “Diamantes”.
Lejos de esa escena, cerca de donde el Sopibecario andaba, otro fan gritaba como loco “te amo alv cab…on”. Y momentazo cuando, de repente, con un poquito de acapella al inicio, sonó “Amor tumbado”. De rodillas sobre la orilla del escenario principal del Arre HSBC, Nata acercaba el micrófono para que, quien quisiera, se echara el palomazo.
Y luego de un leve ataque de tos (de esas que desgarran la garganta), Natanael dijo a manera de broma que “voy a terminar como José José a los 25, pero me vale vrga porque me gusta la fiesta”… Y con eso, vino un invitado más: Fuerza Regida.
Natanael Cano llegó al Arre HSBC para confirmar, como dijimos, que los corridos tumbados están llevando al regional mexicano a un plano de popularidad que llama la atención. Y que él, como el pionero del estilo, es uno de los más queridos…
Ahora, para el segundo día, toca ver si Peso Pluma es capaz de replicar el éxito de la presentación de Natanael. ¿Habrá colaboración en el escenario para el segundo día del festival?
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