
21 DICIEMBRE 2025-NACIONAL- La entrega de tarjetas de asilo humanitario en México registró un desplome sin precedentes durante 2024, según datos del Grupo de Trabajo sobre No Devolución (GDTND). Mientras que en 2023 se entregaron casi 95 mil documentos, en 2024 la cifra cayó a solo 618 tarjetas. Este contraste refleja un cambio profundo en la política migratoria que impacta directamente a miles de personas en situación de movilidad que buscan protección internacional.
Este documento, conocido formalmente como Tarjeta de Visitante por Razones Humanitarias, es clave para garantizar derechos básicos. Sin él, las personas extranjeras enfrentan serias dificultades para acceder a empleo formal, educación y servicios de salud. La reducción drástica en la entrega de asilo humanitario se ha convertido, en la práctica, en una barrera que limita el acceso efectivo al sistema de refugio en el país.
El informe anual del GDTND, integrado por 13 organizaciones civiles, advierte que durante 2024 se profundizaron prácticas que contradicen el principio de no devolución. La falta de tarjetas de asilo humanitario deja a las personas sin un documento que acredite su estancia legal mientras se resuelve su solicitud.

Las cifras oficiales refuerzan esta preocupación. Al cierre de 2022, la Comisión Mexicana de Ayuda a Refugiados (Comar) recibió más de 118 mil solicitudes, pero el INM entregó poco más de 93 mil tarjetas. En 2023, aunque las solicitudes aumentaron a casi 141 mil, la entrega de documentos no logró cubrir la demanda. Para 2024, la brecha se volvió crítica: casi 79 mil solicitudes frente a solo 618 tarjetas de asilo humanitario.
Organizaciones como la Clínica Jurídica para Refugiados Alaíde Foppa y Asylum Access señalan que el endurecimiento de las barreras comenzó a mediados de 2023. En ese periodo, la Comar dejó de emitir constancias de trámite, documento indispensable para obtener el asilo humanitario, y el INM canceló este mecanismo meses después.

El informe “El principio de no devolución en México 2024” identifica una zona gris entre el prerregistro y la obtención de la constancia de trámite. En ese lapso, las personas no cuentan con ningún documento que acredite su situación migratoria ni su intención de solicitar asilo humanitario.






