20 de Diciembre del 2025.- El gobierno de los Estados Unidos ha intensificado sus operaciones navales frente a las costas de Venezuela tras confirmarse la captura de una segunda embarcación de carga. La secretaria de Seguridad Nacional, Kristi Noem, informó que la Guardia Costera, trabajando en conjunto con el Departamento de Guerra, realizó un operativo relámpago durante la madrugada de este sábado 20 de diciembre. El buque detenido, que había zarpado recientemente de puertos venezolanos, fue abordado antes del amanecer en aguas internacionales como parte de una estrategia de presión económica.
Esta nueva acción militar se suma a la campaña de Washington que busca frenar el flujo de recursos hacia el país latinoamericano, bajo el argumento de combatir actividades ilícitas. Según las autoridades estadounidenses, estas operaciones de interceptación de buques petroleros por EE.UU. tienen como objetivo principal detener el financiamiento de grupos vinculados al narcoterrorismo en la región. Por su parte, el gobierno venezolano ha respondido con dureza, calificando estos actos como maniobras de piratería moderna que violan el libre tránsito comercial en el mar Caribe.
El buque incautado ha sido identificado como el «Centuries», una embarcación de grandes dimensiones que navega bajo la bandera de Panamá. Con una longitud de más de 333 metros y un ancho de 58 metros, este enorme carguero es sospechoso de transportar crudo sujeto a las sanciones impuestas por la administración de Donald Trump. La detención de naves civiles y privadas marca un punto de quiebre en la diplomacia regional, ya que se están utilizando recursos de guerra para intervenir en transacciones comerciales de carácter privado.
Los argumentos de Washington y la designación de terrorismo
La Casa Blanca ha endurecido su discurso al designar oficialmente al gobierno de Venezuela como una organización terrorista, lo que otorga facultades legales más amplias para realizar este tipo de maniobras. El presidente Donald Trump ordenó un bloqueo total a cualquier embarcación que intente entrar o salir de Venezuela transportando petróleo sancionado. Según su administración, el crudo proveniente de yacimientos venezolanos es utilizado para financiar asesinatos, secuestros y tráfico de personas, aunque Caracas asegura que estas acusaciones carecen de pruebas reales.
Para justificar la interceptación de buques petroleros por EE.UU., Washington sostiene que está protegiendo a sus ciudadanos de las drogas que llegan desde el sur. Sin embargo, diversos organismos internacionales y la propia oficina de control de drogas estadounidense han señalado en el pasado que la ruta principal del narcotráfico no pasa por el Caribe, sino por el Pacífico. Esta discrepancia ha llevado a analistas internacionales a sugerir que el verdadero trasfondo de las incautaciones es puramente político y busca forzar un cambio de mando en la nación petrolera.
La respuesta de Caracas ante las agresiones navales
