20 DE DICIEMBRE DEL 2025 – NACIONAL. Un juez federal en los Estados Unidos dictó una sentencia de 11 años y ocho meses de prisión contra Cristian Fernando Gutiérrez Ochoa, mejor conocido como «El Guacho». El hombre, identificado como yerno de Nemesio Oseguera Cervantes, alias «El Mencho», enfrentó a la justicia tras ser señalado como una pieza clave en la estructura financiera de este grupo criminal. La condena se da luego de que el acusado aceptara su responsabilidad en actividades ilícitas que beneficiaron directamente al Cártel Jalisco Nueva Generación, permitiéndole alcanzar un acuerdo con las autoridades norteamericanas para reducir sus posibles años tras las rejas.
Durante el proceso legal, Gutiérrez Ochoa decidió declararse culpable por el delito de lavado de dinero, admitiendo que movió recursos para fortalecer las operaciones del grupo delictivo de Jalisco. Como parte de este trato con la fiscalía estadounidense, se logró que se eliminara un cargo muy grave en su contra relacionado con la conspiración para distribuir drogas como cocaína y metanfetaminas en territorio estadounidense. Esta estrategia legal permitió que la sentencia no fuera más severa, aunque pasará más de una década encerrado en una prisión federal lejos de su familia y sus cómplices.
Captura y pasado criminal de El Guacho
«El Guacho» fue localizado y detenido el pasado 19 de noviembre de 2024 en una lujosa residencia ubicada en Riverside, California. Antes de esconderse en el país vecino, el yerno del Mencho había escapado de México tras participar en un evento violento en 2021, donde miembros del Cártel de Jalisco secuestraron a elementos de la Marina. El objetivo de aquel secuestro era presionar a las autoridades para que liberaran a Rosalinda González Valencia, esposa del líder de la organización, lo que generó una persecución internacional contra los involucrados en ese operativo criminal.
Debido a sus acciones en territorio mexicano, el sentenciado todavía tiene pendiente una orden de aprehensión vigente en nuestro país por los delitos de secuestro y delincuencia organizada. Según los informes de inteligencia, el propio «Mencho» llegó a fingir que había asesinado a su yerno para despistar a las autoridades y permitirle cruzar la frontera. De esta manera, el operador de la organización criminal jalisciense pudo ocultarse durante un tiempo en una zona exclusiva de California junto a la hija del capo, donde llevaban una vida llena de lujos y abundancia.
El uso de empresas fachada para el lavado de dinero
La Fiscalía de Estados Unidos reveló detalles sobre cómo el acusado utilizaba las ganancias del tráfico de drogas para adquirir propiedades costosas. Se descubrió que la casa en Riverside, valuada en aproximadamente 1.2 millones de dólares, fue comprada a través de una compañía mexicana que era controlada totalmente por el Cártel Nueva Generación. Este método permitía ocultar el origen sucio del dinero y darle una apariencia legal a las inversiones que la familia realizaba en el extranjero, disfrutando de vecindarios residenciales que pocos pueden costear.
El memorándum judicial añade que el acusado no trabajaba solo, sino que coordinaba con otros operadores de la red criminal de El Mencho para asegurar que estas propiedades bajo nombres de empresas no levantaran sospechas inmediatas. Sin embargo, el rastreo financiero de la fiscalía fue clave para demostrar que el dinero provenía directamente de la venta de sustancias ilícitas. Ahora, con esta sentencia, se cierra un capítulo importante en la lucha contra los operadores financieros de la familia Oseguera, aunque el rastro de sus inversiones sigue siendo investigado minuciosamente.
La «Lista Negra» de la OFAC
