
Un nuevo rumbo para el deporte nacional
Después de años marcados por polémicas y tensiones institucionales, el deporte mexicano vive una etapa de cambios bajo la gestión de Rommel Pacheco Conade, actual titular de la Comisión Nacional de Cultura Física y Deporte. A más de un año de asumir el cargo, el ex clavadista asegura que los avances registrados en 2025 no son casualidad, sino el resultado de una política integral centrada en el talento de los atletas, el orden administrativo y una visión de largo plazo que busca devolver estabilidad al sistema deportivo nacional.
Durante este periodo, México alcanzó un año histórico con mil 842 medallas en competencias internacionales, tanto en deportes convencionales como adaptados. Este resultado coloca al país en uno de sus mejores momentos competitivos recientes y refuerza la idea de que la reestructuración del deporte mexicano comienza a reflejarse en cifras concretas. Disciplina, planeación y respaldo institucional han sido claves para estos logros.
Resultados que respaldan la estrategia
Entre los éxitos más destacados se encuentra el desempeño del equipo de deportes acuáticos en el Campeonato Mundial de Singapur, donde México obtuvo ocho medallas. La presea de oro de Osmar Olvera, superando a competidores chinos, fue considerada un logro simbólico que rompe con viejos complejos deportivos. Para Pacheco, este resultado confirma que el atleta mexicano puede competir al más alto nivel cuando cuenta con respaldo y estructura.

También se suman los resultados en tiro con arco, con tres medallas en el Mundial de Gwangju, y en atletismo, donde figuras como Alegna González y Uziel Muñoz subieron al podio en pruebas de alto nivel. Estos triunfos consolidan la narrativa de que la Rommel Pacheco Conade apuesta por proyectos sólidos y no por resultados aislados, fortaleciendo procesos desde las bases hasta el alto rendimiento.
Uno de los pilares de esta administración ha sido el aumento histórico de las becas deportivas. En 2025 se incrementaron en un 36 por ciento, lo que representa 100 millones de pesos adicionales, el mayor aumento en más de dos décadas. Este apoyo económico ha generado mayor estabilidad entre los atletas, evitando deserciones y permitiendo que se concentren plenamente en su preparación, algo que no siempre ocurrió en administraciones anteriores.
A la par del apoyo financiero, la reestructuración del deporte mexicano ha implicado ordenar federaciones que durante años operaron con problemas administrativos. Pacheco reconoce que la desarticulación institucional fue uno de los mayores retos, pero afirma que ya se registra una mejora cercana al 70 por ciento en federaciones que antes enfrentaban conflictos legales o falta de reconocimiento internacional.
Un cambio histórico ha sido la reorganización de las disciplinas acuáticas, ahora divididas en cuatro federaciones independientes, con un modelo que da voz directa a los atletas. Por primera vez, los deportistas tienen el 30 por ciento de la votación para elegir a sus dirigentes y participan en los comités ejecutivos, un paso que fortalece la democracia interna y reduce viejas prácticas de control prolongado en el poder.







