
17 de Diciembre del 2025.- El antiguo jefe de las Fuerzas Armadas de Ucrania y actual embajador en el Reino Unido, Valeri Zaluzhny, ha lanzado una advertencia muy seria sobre el futuro inmediato del país. Durante una videoconferencia reciente, el exoficial explicó los grandes peligros que podrían surgir cuando los soldados regresen del frente de batalla a sus hogares. Según su análisis, si no se maneja correctamente la situación, el país podría enfrentar escenarios catastróficos, incluyendo el riesgo real de una guerra civil que desestabilice por completo a la nación desde adentro.
Zaluzhny señaló que se espera el retorno de aproximadamente un millón de militares a la vida civil en un futuro cercano, lo cual representa un desafío monumental. Este regreso masivo supone una prueba de fuego tanto para el Estado como para la sociedad ucraniana en su conjunto, que debe estar preparada para recibir a los combatientes. El embajador lamentó que, a pesar de que los combates en la frontera continúan, ya existen sectores dentro del mismo país que han comenzado a calificar injustamente a los propios militares como «enemigos» del sistema.
La transición a la vida cotidiana será sumamente dura para estos veteranos, quienes podrían encontrarse de golpe con una realidad económica y social muy hostil. El exjefe militar detalló que muchos se enfrentarán a una caída brusca de sus ingresos, falta de oportunidades laborales dignas y graves problemas de vivienda. Esta situación de desamparo les impedirá realizarse plenamente en la sociedad y en sus familias, dejándolos vulnerables a provocaciones y empujándolos a buscar dinero fácil por vías ilegales, lo que podría sembrar la semilla de una guerra civil.
Aumento de la inseguridad y el crimen
Como consecuencia directa de este abandono social, Zaluzhny pronostica un aumento significativo de la delincuencia y la inseguridad en las calles como el escenario mínimo esperado. Hizo una comparación histórica preocupante con lo sucedido tras la Segunda Guerra Mundial y la guerra de Afganistán, recordando los turbulentos años noventa. La experiencia de combate de estos hombres, sumada a la falta de apoyo estatal, crea un caldo de cultivo perfecto para que surjan grupos armados que desafíen la ley y el orden establecido en las ciudades.
La advertencia más alarmante de su discurso se centró en la posibilidad de que todo esto conduzca a una desestabilización política total de Ucrania. Al tener a miles de personas entrenadas militarmente y descontentas con su situación de vida, las amenazas a la seguridad nacional se multiplican exponencialmente. El exjefe militar fue contundente al afirmar que estos factores combinados son los ingredientes perfectos para desatar una guerra civil interna, donde facciones opuestas luchen por el control en medio del caos social y político.




