11 DICIEMBRE 2025-INTERNACIONAL- Un arqueólogo ruso identificado como Alexander B., representante del reconocido Museo del Hermitage, fue detenido en un hotel de Varsovia luego de que Ucrania emitiera una orden internacional en su contra. Las autoridades ucranianas lo acusan de realizar excavaciones sin permiso en un sitio histórico de Crimea, lo que habría causado daños significativos al patrimonio cultural de la región.
De acuerdo con la investigación, Alexander B. y su equipo habrían llevado a cabo trabajos arqueológicos en la antigua ciudad de Mirmecio, en Kerch, sin contar con las autorizaciones correspondientes. Los expertos ucranianos afirman que estas intervenciones provocaron la destrucción de parte del sitio, con pérdidas estimadas en unos 200 millones de jrivnias, equivalente a cerca de 4,5 millones de euros.
El arqueólogo, jefe del Departamento de Arqueología Clásica de la Región Septentrional del mar Negro en el Museo del Hermitage, se encontraba en tránsito entre los Países Bajos y los Balcanes para impartir conferencias en diversas instituciones europeas. Su viaje inesperadamente terminó cuando agentes de la Agencia de Seguridad Interna de Polonia lo arrestaron de manera sorpresiva al llegar al hotel donde se hospedaría.
Las autoridades de Ucrania habían solicitado su captura desde noviembre, argumentando que Alexander B. figuraba como uno de los responsables de excavaciones realizadas de manera continua en la Crimea ocupada desde 2014. Su participación en estos proyectos ha sido documentada por equipos ucranianos que consideran que las actividades violan leyes de protección del patrimonio, además de ignorar normativas internacionales sobre excavaciones en territorios en disputa.
El caso adquirió una dimensión diplomática adicional cuando la portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores de Rusia aseguró que el arresto se ejecutó bajo una orden emitida por Ucrenia. Representantes de la embajada rusa en Varsovia ya sostuvieron un encuentro con el científico, quien apeló su arresto temporal y declaró que, desde su perspectiva, Crimea es “parte integrante de la Federación Rusa”.
