
Reacciones por la invitación
La reciente invitación que recibió el expresidente Felipe Calderón para asistir a la ceremonia del Premio Nobel de la Paz en Oslo generó sorpresa y comentarios en redes sociales. A través de su cuenta de X, el exmandatario afirmó que tanto los organizadores del premio como la líder opositora venezolana María Corina Machado le extendieron la convocatoria para asistir al evento en Noruega. El gesto llamó la atención debido a la relevancia del acto y a la figura política que representa.
La invitación fue interpretada por algunos usuarios como un reconocimiento a su activismo en temas democráticos y de diálogo internacional, aunque sus críticos respondieron con escepticismo y cuestionamientos. Calderón, sin embargo, limitó su mensaje a informar sobre la convocatoria sin profundizar en las razones o detalles específicos de por qué fue considerado entre los asistentes. Aun así, su anuncio se convirtió rápidamente en tema de conversación.



En su mensaje, el expresidente añadió que no podrá asistir a la ceremonia debido a compromisos laborales previamente adquiridos en China, donde se encuentra realizando actividades vinculadas a foros energéticos y medioambientales. Aseguró que, aunque le hubiera gustado estar presente, su agenda internacional le impide atender la solicitud. Este argumento no pasó desapercibido entre usuarios, que interpretaron su publicación como una combinación de presunción y justificación.
El anuncio también abrió la puerta a una discusión más amplia sobre el papel de los expresidentes mexicanos en eventos diplomáticos y foros globales. Para algunos analistas, la presencia de Calderón en espacios internacionales no es nueva, pues desde que dejó el cargo ha participado activamente en conferencias, consejos energéticos y mesas de diálogo sobre transición climática. Su actividad en el extranjero ha sido constante, y muchos la consideran parte de su estrategia para mantener presencia en la esfera pública global.
Se supo que María Corina Machado ha buscado fortalecer redes internacionales de apoyo ante la crisis política en Venezuela, y su acercamiento con figuras latinoamericanas es parte de esa estrategia. Invitar a Calderón —quien mantiene vínculos con organismos de observación electoral y foros de gobernanza— habría sido un intento de sumar respaldo de perfiles con visibilidad global. Aunque su ausencia no modifica el evento, sí envía un mensaje sobre las conexiones políticas que ella intenta reforzar rumbo a sus próximas acciones internacionales.





