
5 DICIEMBRE 2025-INTERNACIONAL- La nueva Estrategia de Seguridad presentada por Estados Unidos marca un cambio profundo en la forma en que Washington quiere relacionarse con América Latina. El gobierno de Donald Trump anunció que el Hemisferio Occidental será ahora su prioridad absoluta, dejando en segundo plano regiones como Europa y Oriente Medio. El documento asegura que esta decisión responde a los retos que afectan directamente a la seguridad estadounidense, desde las migraciones masivas hasta el avance de China en sectores estratégicos de la región.
Según la estrategia, Estados Unidos tomará como base una versión actualizada de la Doctrina Monroe, adaptada al siglo XXI. Bajo lo que llama el “Corolario Trump”, Washington sostiene que no permitirá que potencias externas establezcan presencia militar o controlen infraestructura clave en América Latina. El texto enfatiza que “los pueblos de las Américas deben controlar su propio destino”, un mensaje que retoma un enfoque histórico de intervención estadounidense, pero con un revestimiento moderno.

El documento también detalla que los recursos militares, hasta ahora enfocados en otras partes del mundo, serán reorientados hacia amenazas consideradas urgentes en el hemisferio. Entre ellas destacan la migración irregular, el narcotráfico, la trata de personas y riesgos de espionaje vinculados a actores estatales y no estatales. La Casa Blanca declara que “la era de las migraciones masivas debe terminar”, ligando este fenómeno al fortalecimiento de fronteras terrestres, marítimas y aéreas.
Otro punto clave de la estrategia es la creciente competencia con China. Washington afirma que la expansión económica y tecnológica del gigante asiático —especialmente en puertos, telecomunicaciones, energía e infraestructura— representa un riesgo directo a la seguridad nacional. La administración Trump advierte que se opondrá a que China o cualquier otra potencia controle recursos estratégicos o rutas comerciales vitales en la región, reafirmando su interés en mantener su predominio geopolítico.

En cuanto al origen de este enfoque, la estrategia recuerda el papel histórico de la Doctrina Monroe, creada en 1823 para impedir la intervención europea en América. Aunque inicialmente buscaba proteger a las nuevas repúblicas latinoamericanas, con el tiempo se convirtió en una herramienta para justificar intervenciones de Estados Unidos.







