
4 DE DICIEMBRE DEL 2025 – INTERNACIONAL. La elección general en Honduras se encuentra en un estado de máxima tensión tras el reinicio del conteo de votos de las presidenciales, que registra un empate técnico entre los dos principales aspirantes. El conservador Nasry Asfura, con el 40.02% de los sufragios, y el centrista Salvador Nasralla, con el 39.8%, se disputan voto a voto el primer lugar, con una diferencia mínima tras escrutarse poco más del 84% de las actas. Esta situación, declarada como «empate técnico» por el Consejo Nacional Electoral (CNE) antes de una interrupción temporal por problemas técnicos, ha encendido las alarmas sobre la transparencia del proceso, en un país que no cuenta con segunda vuelta.
La Clave del Conteo de Votos y el Empate
El sistema electoral en Honduras dicta que el candidato que obtenga la mayoría de votos, por mínimo que sea el margen, será declarado ganador una vez que se complete el conteo total de las actas. Actualmente, con una diferencia tan reducida entre Asfura y Nasralla, el margen se encuentra dentro del error estadístico, lo que justifica la declaración de «empate técnico» por parte del CNE. La ley hondureña exige que el anuncio final se realice a más tardar 30 días después de los comicios. Si al finalizar el conteo de votos se produce un empate numérico exacto, la legislación obliga a un escrutinio especial y, de persistir la igualdad, a una nueva elección en un plazo de 20 días solo entre los candidatos empatados, un escenario estadísticamente improbable pero posible.
La incertidumbre generada por el conteo de votos ha llevado a ambos candidatos punteros a asegurar internamente su ventaja. Nasralla, en su cuarto intento por la presidencia y un afamado expresentador, publicó una proyección de votos en redes sociales que, según él, lo ubicaría como vencedor. Por su parte, el conservador Asfura, exalcalde de Tegucigalpa, instó a sus seguidores a la paciencia mientras aseguraba resultados favorables a su partido. En medio de esta polarización, la candidata oficialista, Rixi Moncada, quien se ubicó en tercer lugar, denunció una presunta «inflación de actas» en beneficio del Partido Nacional de Asfura, lo que ha alimentado las preocupaciones previas al proceso sobre el fraude y la transparencia.

La Intervención de Trump y la Sombra del Partido Nacional
La elección se vio notablemente influenciada por la intervención del expresidente estadounidense Donald Trump, quien expresó su apoyo explícito a Nasry Asfura. El espaldarazo de Trump a Asfura, sumado al indulto que le otorgó al expresidente hondureño y líder anterior del Partido Nacional, Juan Orlando Hernández (condenado por narcotráfico en EE. UU.), generó una polémica considerable. Además, Trump amenazó públicamente con recortar la ayuda financiera a Honduras si Asfura no ganaba, y lanzó acusaciones infundadas de que el país estaba «tratando de cambiar los resultados», lo que añadió un factor de tensión geopolítica al conteo de votos y al proceso democrático.
El contexto socioeconómico de Honduras es un factor crítico que magnifica la importancia y la tensión de estas elecciones. El nuevo gobierno que surja del conteo de votos tendrá el desafío monumental de gestionar un país donde más del 60% de los hogares vive en condiciones de pobreza. Además, la realidad hondureña está profundamente marcada por el crimen organizado, la violencia política y la corrupción institucionalizada. La necesidad de estabilidad política y la legitimidad del nuevo líder son vitales para abordar problemas estructurales como la migración masiva y la dependencia de la ayuda internacional, lo que explica por qué la comunidad internacional, y en particular Estados Unidos, sigue de cerca cada movimiento del conteo de votos y el resultado final.







