
El descontento por la Ley de Aguas escaló a un punto de tensión internacional, luego de que campesinos del norte de México tomaran la decisión de bloquear el puente internacional Córdova-Américas, en Ciudad Juárez. Los productores agrícolas, visiblemente frustrados, expresaron su profunda decepción ante la falta de respuesta de las autoridades y el avance de una legislación que consideran perjudicial para sus intereses. El bloqueo de esta vital conexión fronteriza es un llamado de atención de alto impacto.
Los campesinos que mantienen el bloqueo exigen una garantía de acceso al agua que les permita continuar con sus actividades agrícolas. La Ley de Aguas en discusión ha sido el detonante de esta y otras protestas, pues el sector teme que la nueva normativa les restrinja el acceso al agua de riego. La frase «Nos llevamos una decepción», refleja el sentimiento de abandono y la frustración que sienten los productores al ver que sus demandas no han sido atendidas en el Congreso.
Bloqueo en el Puente Córdova-Américas: Exigencia de Acceso al Agua
La elección del puente Córdova-Américas como punto de bloqueo subraya la gravedad de la protesta. Este cruce es uno de los más importantes entre Ciudad Juárez y El Paso, Texas, afectando directamente el comercio binacional y la movilidad de miles de personas. Al paralizar la frontera, los campesinos buscan generar la máxima presión posible sobre los gobiernos estatal y federal para que reconsideren la Ley de Aguas.
El acceso al agua es la principal bandera de los campesinos manifestantes. Argumentan que sin el recurso hídrico garantizado para sus cultivos, su medio de vida se extingue, lo que a su vez impacta la seguridad alimentaria de la región. El bloqueo es una medida desesperada para asegurar que su voz sea escuchada antes de que la Ley de Aguas sea votada y se convierta en una realidad que los despoje de su sustento.
La Ley de Aguas y la Decepción del Sector Campesino
La «decepción» de los campesinos radica en que la Ley de Aguas, tal como está propuesta, prioriza el uso humano y urbano del agua sobre el agrícola, especialmente en épocas de sequía. Aunque reconocen la importancia del derecho humano al agua, los productores temen que esta prioridad absoluta los deje sin posibilidad de riego, afectando cosechas y la economía regional. La falta de un mecanismo claro que equilibre ambos usos es el punto de mayor fricción.








