
3 DE DICIEMBRE DEL 2025 – INTERNACIONAL. En un mercado bullicioso de la ciudad de Gaza, la desesperación económica ha dado lugar a oficios inesperados. Baraa Abu al-Aoun, un joven que debería estar cursando estudios universitarios, se ha convertido en un «reparador de dinero«, inspeccionando con gran dedicación billetes desgastados de 100 séqueles (la moneda oficial israelí). Con una mesa instalada al borde de la carretera y herramientas rudimentarias, Baraa cobra una pequeña suma para alisar billetes, realzar su color con lápices y asegurar que puedan seguir circulando. Este nuevo negocio en auge es un reflejo de la profunda crisis de liquidez.
La causa de este insólito trabajo es la paralización de la entrada de dinero en efectivo a Gaza desde Israel, suspendida tras el mortífero ataque de Hamás en 2023 y la devastadora ofensiva posterior. Este bloqueo, sumado a la destrucción y saqueo de la mayoría de los bancos de la Franja, ha secado la fuente de efectivo. Aunque algunas sucursales bancarias han reabierto tras el alto el fuego de hace siete semanas, los cajeros automáticos siguen inoperativos, lo que agrava la escasez de dinero físico.
Arreglar billetes se ha vuelto fundamental porque la gente necesita efectivo para adquirir alimentos y artículos esenciales. Esta necesidad básica ha obligado a la población a depender de cambistas informales, quienes cobran altas comisiones para convertir transferencias digitales en efectivo. Asimismo, el uso de billeteras electrónicas y aplicaciones de transferencia de dinero ha experimentado un auge. «Mis herramientas son simples: una regla, lápices de colores y pegamento. El alto el fuego no ha cambiado la situación financiera. Lo que hago es asistir a la gente y ayudarla», explica Baraa.
El Colapso Económico y la Pobreza Masiva
La escasez de dinero en efectivo es solo una manifestación del colapso económico total de Gaza. Un informe reciente de la ONU advierte que la población completa de más de 2 millones de personas ha sido empujada a la pobreza extrema tras dos años de conflicto intenso. La Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo estima que cuatro de cada cinco personas están desempleadas. Esta realidad significa que incluso aquellos con ingresos o ahorros tienen grandes dificultades para acceder a su propio dinero en efectivo.
La falta de billetes en circulación ha generado serios problemas en los mercados. Zakaria Ajour, un comerciante en la ciudad de Gaza, explica que la gente se niega a aceptar billetes gastados o delicados a su valor nominal, «ni siquiera si tienen pequeños rasguños o trozos de cinta adhesiva». Esta desconfianza en el estado del dinero paraliza las transacciones diarias. La escasez es tal que las monedas de 10 séqueles son casi imposibles de encontrar, y su poco valor, debido a la inflación, refleja la gravedad de la crisis de liquidez.

La Sobrevivencia a Través de las Comisiones y el Dinero Digital
Ante la desesperación, la figura del cambista informal se ha vuelto central, aunque costosa. El organismo de defensa israelí Cogat confirmó que Israel no ha permitido que el dinero en efectivo ingrese a Gaza debido a la dependencia de Hamás de los fondos en efectivo para su actividad militar. Esto obliga a personas como Abu Khalil, quien recibe un salario de la Autoridad Palestina, a entregar casi la mitad de sus ingresos en comisiones (que han llegado a ser del 50%) a los cambistas por convertir su pago digital en dinero físico. Un cambista anónimo admite que las reglas del mercado determinan las tasas: cuando hay flujo de bienes, la comisión cae; cuando los cruces se cierran, la tasa de cambio del dinero aumenta.








