
3 DE DICIEMBRE DEL 2025 – INTERNACIONAL. Ignacio Hernández Torres, un cadete chileno con una firme vocación de servicio, ha sido el protagonista de un conmovedor caso de superación que, paradójicamente, terminó en una gran frustración. Tras superar exitosamente una leucemia durante el tercer año de su exigente formación en la Escuela Naval, el joven esperaba con ansias graduarse y comenzar su carrera militar. Sin embargo, una resolución de la Armada de Chile ha impedido su ascenso y contratación, una decisión que su familia ha calificado de «arbitraria» e incomprensible, desatando una controversia pública sobre los requisitos de aptitud física en las instituciones castrenses.
La madre del joven, Vania Torres, se ha convertido en la voz de la denuncia, revelando en una entrevista con Radio BioBio la compleja situación que enfrenta su hijo. La mujer señaló que la familia no tuvo la oportunidad de explicar el estado actual de salud del cadete naval directamente al alto mando de la institución. En su opinión, la Armada mantiene y aplica protocolos que son «anticuados» e inflexibles, los cuales no se ajustan a los avances médicos actuales que certifican la completa curación de Ignacio y su capacidad para llevar una vida normal.
Un Protocolo Visto como Anticuado
Vania Torres relató los vaivenes legales que tuvo que enfrentar su familia. Durante el tratamiento médico de su hijo, la Armada inicialmente decidió darlo de baja de su instrucción, una determinación que la Justicia chilena revocó posteriormente, obligando a la institución a readmitirlo para completar su formación. A pesar de que el ex cadete completó sus estudios y se encuentra hoy en día totalmente curado y en remisión completa, la Comisión Médica de la Armada determinó que sus antecedentes de salud eran incompatibles con el ingreso.
Esta decisión final impedirá al joven cadete graduarse junto a sus compañeros, truncando una carrera que había forjado con esfuerzo y en medio de una dura batalla personal contra el cáncer. La Armada de Chile, por su parte, emitió un comunicado oficial alegando haber cumplido con las disposiciones reglamentarias internas. El texto resalta que el ex cadete fue calificado como «No Apto», basándose estrictamente en las normas que rigen la contratación de nuevo personal.

«Sus antecedentes clínicos son incompatibles con la naturaleza y riesgos físicos propios de las funciones profesionales que desempeña el personal de la Armada de Chile», argumentó la institución en su defensa. La rigurosidad del servicio, que a menudo implica grandes exigencias físicas y la participación en misiones de alto riesgo en condiciones extremas, es el principal factor que la Armada esgrime para justificar su negativa. La normativa interna prioriza la prevención de riesgos futuros, a pesar de la remisión completa de la enfermedad.
El Camino Legal por la Discriminación







