
Los asesinatos ocurridos en Plaza Arkana, en Cuautitlán Izcalli, han encendido nuevamente las alertas de violencia en el Estado de México. Dos hombres identificados como Emilio Quintero, de 31 años, originario de Culiacán, y Juan Pablo Quintero, de 21, procedente de Guadalajara, fueron ejecutados a plena luz del día por tres atacantes que les dispararon más de 40 veces. Las primeras versiones apuntan a que podrían ser familiares de Rafael Caro Quintero, uno de los nombres más pesados del crimen organizado en México.
Violencia en Cuautitlán
De acuerdo con los reportes preliminares, el ataque fue directo, sin intercambio de palabras y sin que los agresores intentaran despojar a las víctimas de sus pertenencias. Testigos aseguran que los tiradores descendieron de un vehículo, se acercaron con precisión y abrieron fuego para después huir sin dejar rastro. Esta forma de operar ha sido relacionada con ejecuciones planeadas por células del crimen organizado que se disputan territorio en el Valle de México.
Las autoridades del Estado de México informaron que ya revisan cámaras de seguridad dentro y fuera del centro comercial, mientras que servicios periciales levantaron más de 40 casquillos, lo que confirma la brutalidad del ataque. Hasta ahora no se ha informado de personas detenidas, y la zona permanece bajo vigilancia ante el temor de represalias o nuevos hechos violentos.
Fuentes cercanas a la investigación señalan que una de las líneas principales considera la relación de las víctimas con la familia de Caro Quintero, quien mantiene una presencia histórica dentro del narcotráfico y cuyos lazos familiares han sido blanco de violencia en años recientes. La posibilidad de que este ataque forme parte de ajustes de cuentas o disputas internas no ha sido descartada.
De forma paralela, elementos de la Guardia Nacional reforzaron la seguridad en centros comerciales de la zona, pues este asesinato generó preocupación entre comerciantes y visitantes, quienes reportaron momentos de pánico al escuchar la ráfaga de disparos. El municipio ya había registrado incidentes previos relacionados con crimen organizado, por lo que este hecho agrava el clima de inseguridad.







