
2 DICIEMBRE 2025-INTERNACIONAL- El presidente ruso, Vladímir Putin, sostuvo este martes un encuentro en Moscú con el enviado especial de la Casa Blanca, Steve Witkoff, para discutir la propuesta de paz impulsada por Washington en busca de poner fin al conflicto en Ucrania. La cita reúne a figuras de alto nivel, incluido Jared Kushner, y el asesor ruso Yuri Ushakov, lo que refleja el peso político del encuentro. Según el Kremlin, la reunión durará “lo necesario”, sin límite de tiempo establecido.
El diálogo con Witkoff ocurre en un momento en que las tropas de Putin afirman tener la iniciativa en toda la línea del frente. Durante una visita a un puesto de mando, el mandatario señaló que las fuerzas rusas han incrementado la presión y logrado el control de varias localidades clave. Entre ellas, destacan Krasnoarmeisk, en Donetsk, y Volchansk, en Járkov, ciudades calificadas como fundamentales para operaciones futuras.
El clima militar marca el tono del encuentro, pues la posición de fuerza presentada por Rusia condiciona cualquier negociación. Estos avances buscan reforzar la narrativa del Kremlin de que la estrategia está funcionando y que la operación militar sigue su curso.

Las autoridades rusas consideran que la recuperación de estas ciudades es parte de una ofensiva más amplia, cuyo objetivo es consolidar territorios estratégicos antes de que un eventual acuerdo de paz conggele líneas de control. Este movimiento ha sido interpretado como un intento de ganar terreno diplomático mediante hechos consumados en el campo de batalla.
Por su parte, Estados Unidos insistió en que el objetivo del plan de paz no es solo detener los combates, sino garantizar condiciones de estabilidad económica para Ucrania. Tras las reuniones previas en Florida, el secretario de Estado Marco Rubio afirmó que “queda más trabajo por hacer”, aunque reconoció avances en las discusiones.

La presencia de Jared Kushner en las reuniones ha generado atención internacional, pues refuerza el peso político del equipo estadounidense y su cercanía con el presidente Donald Trump. En el lado ucraniano, la delegación llegó renovada tras la destitución de Andréi Yermak por un escándalo de corrupción, siendo reemplazado por Rustem Umérov, quien ahora dirige la postura de Kiev en este proceso.








