
El descontento en el sector agrícola mexicano por la nueva Ley de Aguas continúa escalando y generando movilizaciones importantes a lo largo del país. En el estado de Aguascalientes, este sentir se ha manifestado con fuerza, sumando a los agricultores locales a la ola de protestas nacionales. Los productores han expresado su profunda preocupación por las posibles repercusiones de la ley en su acceso y manejo del recurso hídrico, esencial para sus cosechas y su sustento diario. La sensación generalizada es que la nueva legislación podría restringirles el uso vital del agua.
Bloqueo Estratégico en la Carretera Federal 45 Sur
Como medida de presión, un numeroso grupo de agricultores de Aguascalientes llevó a cabo bloqueos estratégicos en la carretera federal 45 sur, una de las principales vías de comunicación y acceso al estado. Esta acción, que interrumpió temporalmente el flujo vehicular y generó contratiempos a los automovilistas, subraya la seriedad y la desesperación con la que el gremio percibe los cambios propuestos en la Ley de Aguas. Los agricultores afirman que estas protestas son el último recurso para ser escuchados por las autoridades.
La paralización de la carretera 45 sur es una táctica que busca visibilizar la problemática a nivel nacional y estatal. Los agricultores argumentan que la ley, en su forma actual, no toma en cuenta las necesidades específicas de las regiones semiáridas como Aguascalientes, donde el agua es un recurso escaso y fundamental. Temen que la regulación excesiva o la priorización de otros sectores puedan llevar a la ruina a miles de familias que dependen directamente de la agricultura.
Inquietud por la Gestión y Derechos del Agua
La principal preocupación de los manifestantes se centra en la gestión futura de los derechos de agua. Los agricultores temen que la nueva ley permita al gobierno centralizar el control del agua de tal manera que sus concesiones históricas puedan ser revocadas o modificadas sin una compensación justa o sin garantizar su derecho a seguir produciendo. Las protestas se intensifican porque el agua no es solo un insumo, sino el factor determinante de la productividad agrícola en la región.








