1 de Diciembre del 2025.- Las autoridades de seguridad en el estado de Quintana Roo han dado un nuevo golpe a la delincuencia organizada con el rescate de dos mujeres que vivían bajo condiciones de explotación. En una acción conjunta y coordinada, elementos de la Fiscalía General del Estado (FGE), la Secretaría de Marina y la Guardia Nacional ejecutaron una orden de cateo en el municipio de Benito Juárez. El objetivo principal de esta movilización fue desarticular actividades relacionadas con el delito de trata de personas, logrando ubicar un inmueble sospechoso situado en las inmediaciones de la avenida Tulum, específicamente en la Supermanzana 89, una zona céntrica de la ciudad de Cancún.
Durante la intervención de las fuerzas del orden en el establecimiento, se logró localizar y poner a salvo a dos mujeres, una de nacionalidad mexicana y otra de origen dominicano. Ambas fueron identificadas como probables víctimas de hechos constitutivos de trata de personas, pues se encontraban retenidas bajo un esquema de coacción en dicho lugar. Los agentes procedieron a aplicar los protocolos correspondientes para garantizar la integridad física y emocional de las afectadas, quienes fueron retiradas del ambiente hostil en el que se encontraban para recibir la protección inmediata del Estado y comenzar con su proceso de recuperación y declaración.
Detalles del operativo contra la trata de personas
Como resultado directo de esta diligencia judicial, los agentes lograron la detención en flagrancia de dos individuos identificados como Antonia “N” y Gamaliel “N”. Según los reportes preliminares, estas dos personas fungían presuntamente como los administradores del lugar y eran los responsables directos de vigilar y controlar a las mujeres ahí retenidas. Su captura es un paso crucial en la investigación por el delito de trata de personas, ya que se les señala como los autores materiales de la explotación, encargándose de la logística diaria y del sometimiento de las víctimas dentro del inmueble asegurado.
Las primeras investigaciones han arrojado luz sobre el modus operandi utilizado en este establecimiento para perpetuar la trata de personas. Se sabe que las mujeres acudían al lugar inicialmente bajo la promesa o la intención de trabajar como meseras y «ficheras» (acompañantes de mesa). Sin embargo, la situación laboral cambiaba drásticamente mediante amenazas, obligándolas a realizar actos sexuales con los clientes del local. Esta transición forzada de un empleo aparente a la prostitución es una característica común y lamentable en los casos de explotación sexual que las autoridades buscan erradicar.
El esquema de explotación y trata de personas
El esquema financiero descubierto por las autoridades revela la crueldad del negocio ilícito de la trata de personas en este sitio. A los clientes se les cobraba una cuota fija de 500 pesos por los servicios sexuales, pero las mujeres no disponían libremente de ese dinero. Los encargados del lugar, ahora detenidos, se beneficiaban quedándose con la mitad del cobro (el 50%), y además, les descontaban el uso de la habitación donde ocurrían los encuentros. Para cerrar el círculo de control, la mujer detenida, Antonia «N», era quien manejaba las cuentas y proporcionaba los preservativos, obligando a las víctimas a acceder a estas condiciones si querían conservar su supuesta fuente de empleo.
Durante el cateo, los peritos y agentes aseguraron evidencia física fundamental para fortalecer la carpeta de investigación por trata de personas. Entre los objetos incautados se encuentran libretas con anotaciones de cuentas, una terminal para cobros con tarjeta, varios dispositivos celulares que podrían contener comunicaciones clave y diversos objetos utilizados en la operación diaria del lugar. Tras recolectar estas pruebas, el inmueble fue asegurado y sellado con los sellos oficiales de la Fiscalía, impidiendo el acceso y cesando cualquier actividad comercial en el predio mientras continúan las indagatorias.
Finalmente, se informó sobre el destino de los involucrados tras el operativo. Las dos víctimas rescatadas fueron trasladadas y resguardadas en las instalaciones de la Representación Social, donde se les brindó atención integral médica y psicológica. Por otro lado, Antonia “N” y Gamaliel “N” quedaron a disposición de la Fiscalía Especializada en Combate a Delitos de Trata de Personas. Enfrentarán cargos por su probable participación en este delito, específicamente en la modalidad de prostitución ajena, esperando que el Juez de Control determine su situación jurídica en los próximos días basándose en las pruebas recabadas.
