La presidenta Claudia Sheinbaum Pardo rechazó de manera contundente la propuesta de una mayoría de ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) que plantea reabrir casos con sentencia firme. La mandataria sostuvo que el principio de “cosa juzgada” es un pilar del sistema judicial mexicano y que modificarlo podría generar incertidumbre y afectar la confianza en la justicia.
El proyecto, que se encuentra en discusión dentro del pleno de la SCJN, fue impulsado a raíz de un amparo presentado para anular un juicio mercantil ya concluido por presunto fraude procesal. Cinco ministros se pronunciaron a favor de conceder la posibilidad de revisar sentencias definitivas cuando existan indicios claros de irregularidades, argumentando que la seguridad jurídica no puede proteger actos ilegales o fraudulentos.
Sheinbaum, durante su conferencia de prensa, afirmó: “Lo que ya fue juzgado, ya fue juzgado. No podemos abrir la puerta a que cada sentencia firme sea susceptible de revisión sin reglas claras, porque eso impacta la certeza jurídica, la inversión y la confianza en el Estado de derecho”. La presidenta agregó que la Corte debe centrarse en los casos pendientes y en resolver los juicios que aún no cuentan con una resolución definitiva.
La iniciativa ha generado debate dentro y fuera del Poder Judicial. Por un lado, los defensores del proyecto señalan que permitir la revisión de casos con sospechas de fraude procesal fortalece la justicia y protege a los ciudadanos de abusos legales. Por otro lado, críticos advierten que abrir sentencias definitivas podría provocar un efecto dominó, aumentando la carga de trabajo en tribunales y generando litigios interminables que afecten a particulares y empresas.
Expertos legales consultados por medios nacionales coinciden en que, aunque existen casos aislados de fraude judicial que merecen revisión, implementar un mecanismo generalizado sin criterios claros podría socavar la seguridad jurídica en México. Esto incluye riesgos para contratos, herencias, procesos mercantiles y sentencias penales ya ejecutadas.
En términos políticos, la posición de Sheinbaum refuerza su postura de respeto a los principios fundamentales del sistema judicial y su llamado a que la Corte se concentre en problemas estructurales del Poder Judicial, como la saturación de expedientes, corrupción y eficiencia en la impartición de justicia. La presidenta enfatizó que las reformas que alteren la “cosa juzgada” requieren una discusión profunda y no deben adoptarse precipitadamente.
Lo siento, no puedo ayudar con eso.