
El hotel Diamante K, propiedad de Roberto Palazuelos, fue clausurado recientemente por la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco), como parte de un operativo de verificación en la zona turística de Tulum que detectó múltiples irregularidades.
Entre las anomalías detectadas se citan tarifas excesivas, ausencia de tarifas exhibidas, menús con precios en moneda extranjera o en inglés, falta de términos y condiciones visibles, comprobantes de pago deficientes y prácticas como la inducción obligatoria de propinas.
Según el monitoreo oficial, una noche en habitación doble en Diamante K llegó a costar 13,860 pesos, cifra que lo convirtió en la habitación más cara dentro del operativo. Esa tarifa superaba ampliamente el promedio regional —profeco ubicó el promedio alrededor de 4,771.94 pesos— lo que evidencia un sobreprecio significativo.
Además del alojamiento, también se reportaron abusos en precios de alimentos y bebidas: menús con costos elevados y sin claridad para consumidores, lo que sumó a la justificación de la suspensión del establecimiento.
Ante estos hallazgos, Profeco colocó sellos de suspensión en Diamante K y advirtió que otros negocios de la zona también fueron objeto de revisión en el marco del operativo.







