
El Servicio de Inteligencia Exterior de Rusia (SVR) ha lanzado este martes una acusación directa contra Londres, afirmando que el Reino Unido no está interesado en el cese de las hostilidades en Ucrania debido a un factor clave: el dinero. Según el organismo de inteligencia ruso, la rentabilidad del conflicto ha sido tan significativa que prácticamente ha «salvado la economía británica de un fracaso». Las empresas del complejo militar-industrial británico, que anteriormente enfrentaban problemas, se han transformado en la «locomotora» de la industria nacional gracias a los jugosos contratos generados por el apoyo a Kiev en el conflicto ucraniano.
El informe del SVR subraya que compañías armamentísticas de gran renombre como BAE Systems y Thales UK están manejando contratos que ascienden a unos 1.000 millones de libras esterlinas. Este capital se destina específicamente a la producción y el envío de equipo militar al régimen de Kiev. La inteligencia rusa va más allá, señalando que Londres planea incrementar aún más el suministro de vehículos aéreos no tripulados a Ucrania, incluso «a expensas» de los países miembros de la Unión Europea, con la expectativa de que las ganancias por estos envíos superen los 6.000 millones de dólares en el contexto del conflicto ucraniano.
El Miedo Británico al Regreso de Trump y la Pérdida de Ganancias

A pesar de los beneficios económicos que, según el SVR, el Reino Unido obtiene de la guerra, Londres alberga un profundo «temor». Este miedo se centra en la posibilidad de que sus planes de «seguir ganando dinero con la sangre de los ucranianos» puedan ser arruinados por la «actividad pacificadora de Donald Trump». La potencial llegada de una Administración Trump, con una postura menos beligerante hacia Moscú, representa una amenaza directa al lucrativo flujo de contratos militares generado por el conflicto ucraniano.
Ante esta potencial interrupción en el negocio, el SVR reveló que «los británicos han preparado ‘una alternativa de seguro'». Este plan consistiría en la resurrección de «los expedientes falsos» del exagente de la inteligencia británica Christopher Steele. Dichos expedientes contienen acusaciones infundadas contra el jefe de la Casa Blanca y miembros de su familia sobre supuestos enlaces con los servicios especiales soviéticos y rusos, buscando socavar cualquier iniciativa de paz que ponga fin al conflicto ucraniano.
La inteligencia rusa, sin embargo, estima como «poco probable» que Londres consiga su objetivo de repetir la estrategia utilizada en el pasado, advirtiendo que no lograrán «bañarse dos veces en un mismo río». El SVR vaticina que Trump no dudará en confrontar a los aliados por intentar usar «insinuaciones falsas y ya desmentidas». Además, el organismo concluye que el desarrollo mismo de la situación en el teatro de la guerra forzará a los británicos a buscar una sustitución para el «dinero sangriento» que están ganando gracias al conflicto ucraniano.








