
Un audaz y millonario asalto ha puesto en alerta a la comunidad de poseedores de activos digitales en Estados Unidos. Un delincuente, utilizando el simple pero efectivo disfraz de repartidor, irrumpió en una residencia en San Francisco, California, el pasado sábado por la mañana, logrando sustraer una cifra impactante: alrededor de 11 millones de dólares en criptomonedas. Este incidente, que se suma a una preocupante escalada de crímenes dirigidos específicamente contra inversores en divisas digitales, subraya la vulnerabilidad de la riqueza virtual ante el robo físico y la coacción.
El robo, informado por medios locales que citaron reportes policiales, ocurrió cuando la víctima abrió la puerta de su hogar al supuesto empleado de mensajería. Rápidamente, el asaltante desenfundó un arma y procedió a inmovilizar a la persona atándola con cinta adhesiva. El objetivo del ladrón no eran solo objetos de valor tradicionales, sino el acceso a los activos digitales, sustrayendo tanto un teléfono y una computadora portátil, como los datos de acceso esenciales para transferir la fortuna en criptomonedas.
La Ola Creciente de Crímenes Vinculados a Criptomonedas

Este suceso en San Francisco no es un caso aislado, sino que se inscribe en una creciente y alarmante ola de delitos que tienen como blanco a los poseedores de criptomonedas. En los últimos meses, el crimen organizado y delincuentes individuales han identificado a los inversores en activos digitales como víctimas de alto valor. A diferencia de los robos comunes, en estos casos el objetivo principal es obtener las claves o contraseñas que permiten acceder y vaciar los monederos digitales de las víctimas, combinando la violencia física con el cibercrimen.
Un ejemplo de esta tendencia ocurrió el pasado mayo, cuando dos inversionistas, John Woeltz y William Duplessie, fueron acusados de secuestrar y torturar a un millonario italiano en un intento por obligarlo a entregar la contraseña de su monedero de bitcóin. De igual manera, se reportó recientemente el caso de un expolicía de Los Ángeles y un presunto gánster israelí acusados de secuestrar a un adolescente, a quien amenazaron con ahogamiento y disparos si no entregaba 350.000 dólares en criptomonedas.
Las autoridades de San Francisco no han brindado detalles sobre el estado de salud de la víctima o si se ha logrado realizar alguna detención relacionada con el robo de los 11 millones de dólares. El Departamento de Policía de San Francisco ha mantenido silencio público sobre el caso, lo que subraya la discreción con la que suelen manejarse las investigaciones de crímenes de alto perfil que involucran tecnología y grandes sumas de dinero, mientras la comunidad de propietarios de criptomonedas exige respuestas y mayor seguridad.
Consejos de Seguridad para Propietarios de Criptomonedas










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