
WASHINGTON.— El astro portugués Cristiano Ronaldo fue uno de los invitados especiales en elegante cena que el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ofreció esta noche en la Casa Blanca al príncipe heredero de Arabia Saudita, Mohammed bin Salman.
El destacado futbolista ocupó un lugar cercano al estrado del Salón Este, donde ambos líderes dirigieron mensajes a dignatarios y figuras empresariales como Tim Cook y Elon Musk.
Barron Trump, fan de Cristiano Ronaldo
De hecho, Trump destacó la presencia de CR7 y reveló que le presentó a su hijo menor, Barron, a quien describió como “gran fan” del delantero de 40 años.
“Creo que ahora respeta un poco más a su padre”, bromeó el mandatario.
Cristiano, quien acudió acompañado de su pareja, Georgina Rodríguez, se ha convertido en uno de los principales embajadores del proyecto deportivo saudí desde su llegada al Al-Nassr en 2022, con un contrato estimado en 200 millones de dólares al año y recientemente ampliado por dos temporadas.
El club es propiedad mayoritaria del fondo soberano que encabeza el propio príncipe heredero.
Arabia Saudita y la Copa del Mundo
La presencia del portugués también subrayó la creciente influencia de Arabia Saudita en el fútbol mundial, especialmente después de que la FIFA confirmara al país como sede de la Copa del Mundo 2034.
Ronaldo apoyó públicamente esa candidatura al asegurar que podría ser “la mejor de la historia”.
Portugal aseguró su lugar en el Mundial 2026, que será coorganizado por Estados Unidos, México y Canadá.
Así, Cristiano está en posibilidad de disputar su sexta Copa del Mundo, aunque podría perder el primer partido por una sanción tras recibir su primera tarjeta roja en 23 años con la selección.
Sorteo de la Copa del Mundo 2026
El sorteo del torneo se realizará el 5 de diciembre en Washington, con la asistencia confirmada de Trump.
Hace algunos años, Ronaldo ya había tenido un gesto hacia el mandatario estadounidense al obsequiarle una camiseta firmada de Portugal en reconocimiento —según expresó entonces— por su labor a favor de la paz mundial.









Es curioso ver a figuras tan importantes de diferentes ámbitos reunidas en un mismo lugar. Cristiano Ronaldo, un ícono del fútbol, compartiendo mesa con Donald Trump y el príncipe saudí. Es un recordatorio de cómo el deporte y la política a veces se entrelazan de maneras inesperadas. La cena en la Casa Blanca seguramente fue un evento lleno de conversaciones interesantes y decisiones importantes. Además, esto puede abrir puertas para futuras colaboraciones entre el deporte y la diplomacia. Al final, es un reflejo de cómo el mundo está conectado, y cómo las personalidades influyentes pueden influir en diferentes sectores.