
La presidenta Claudia Sheinbaum cerró completamente la puerta a cualquier posibilidad de una intervención militar de Estados Unidos en México. Durante su conferencia matutina, afirmó que no existe ningún indicio, documento o conversación oficial que apunte a una intención de Washington de enviar tropas al territorio nacional. Subrayó que su gobierno mantiene una línea clara: la defensa total de la soberanía. La mandataria explicó que cualquier rumor en sentido contrario carece de fundamento. Enfatizó que México está preparado para cooperar, no para ser intervenido.
La presidenta reconoció que la relación en materia de seguridad entre ambos países es constante, pero aclaró que dicha colaboración está cimentada en el respeto mutuo. Destacó que México mantiene comunicación permanente con agencias estadounidenses para intercambiar información y atender temas comunes, pero sin comprometer su autonomía. Para Sheinbaum, la cooperación no debe confundirse con subordinación. Señaló que su administración ha sido transparente en los términos de esa coordinación. Recalcó que nunca aceptará condiciones que vulneren la jurisdicción mexicana.
Sheinbaum también fue contundente al criticar a quienes dentro del país han sugerido abrir la puerta a una intervención extranjera. Aseguró que esas posturas representan una visión “muy poco patriota” y alejada del interés nacional. Dijo que su gobierno no permitirá que actores políticos utilicen la seguridad como herramienta para justificar la presencia de fuerzas militares extranjeras. La mandataria insistió en que esas propuestas desconocen la historia del país. Además, apuntó que esos discursos solo generan confusión en la población.
En otro punto, reveló que su administración ha recibido ofrecimientos formales de apoyo militar por parte de Estados Unidos, los cuales ha rechazado de manera categórica. Explicó que la ayuda que México necesita no se basa en presencia armada, sino en estrategias de inteligencia, cooperación técnica y fortalecimiento institucional. Sheinbaum reafirmó que jamás aceptaría tropas extranjeras operando dentro del territorio nacional. Señaló que su postura no es nueva y se ha mantenido desde el inicio de su mandato. Recordó que la Constitución respalda su posición.
A pesar de ello, celebró los resultados que sí ha dado la cooperación binacional, particularmente en la interceptación de armas y el intercambio de información contra redes delictivas. Explicó que, gracias a esa coordinación, se han logrado detectar rutas de tráfico y mejorar el seguimiento a organizaciones criminales con operaciones a ambos lados de la frontera. Para ella, estos avances demuestran que la colaboración puede ser eficaz sin recurrir a medidas extremas. Reiteró que México busca socios, no tutores. Señaló que la vía diplomática es la ruta correcta.







