
CIUDAD DE MÉXICO.- En medio de la polémica en torno a la marcha convocada por la Generación Z, que fue descalificada por la presidenta Claudia Sheinbaum, bajo fuerte operativo de seguridad hoy fueron trasladados al Reclusorio Preventivo Varonil Norte siete detenidos en la manifestación.
Los detenidos presuntamente están acusados del delito de tentativa de homicidio durante la manifestación del pasado sábado en la plancha del Zócalo.
La operación fue encabezada por agentes de la Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México (FGJCDMX) y elementos de la Policía de Investigación.
Esos elementos resguardaron una furgoneta color negro en la que viajaban los detenidos, en su mayoría hombres de entre 18 y 50 años.
Los siete presuntos implicados permanecían en la coordinación territorial Cuauhtémoc Uno, ubicada en la colonia Tlatelolco sobre la calle Lerdo.
Familiares intentan detener el convoy con los detenidos
Ahí estaban desde su detención ocurrida durante los enfrentamientos registrados en la protesta del fin de semana.
Durante el proceso de traslado, para la audiencia inicial, familiares de los imputados intentaron detener el paso del convoy para conocer el estado de salud de sus parientes.
En medio de empujones y forcejeos entre los agentes y los familiares, la furgoneta logró avanzar rumbo al reclusorio.
Familiares de detenidos exigen justicia
Por su parte, los familiares permanecieron frente a las instalaciones de la coordinación territorial a la espera de información oficial.









Es preocupante lo que pasó en la marcha de la Generación Z. Ver que hay detenidos, y más aún que se les acuse de tentativa de homicidio, es algo muy serio. La protesta debería ser un espacio para expresar ideas y demandas, no para que termine en violencia y arrestos. La situación refleja una tensión creciente entre las autoridades y los jóvenes que buscan hacerse escuchar. Es triste que la gente tenga que enfrentar consecuencias tan graves solo por participar en una manifestación. Ojalá se pueda encontrar una forma de diálogo que evite que esto vuelva a suceder.
Es preocupante ver cómo las manifestaciones, que deberían ser una forma de expresar opiniones y demandas, terminan en situaciones tan graves como detenciones y acusaciones de delitos serios. La marcha de la Generación Z, que se supone que busca visibilizar sus inquietudes, se convierte en un conflicto que puede alejar a la sociedad de los temas que realmente les importan. Es triste que la violencia y la represión marquen estos eventos, en lugar de un diálogo abierto y constructivo. La juventud tiene derecho a ser escuchada, pero es fundamental que las protestas se realicen de manera pacífica para que sus voces no se pierdan en el caos.
Es preocupante ver cómo las manifestaciones, que deberían ser un espacio para expresar ideas y demandas, terminan en situaciones tan graves como detenciones y acusaciones de delitos serios. La marcha de la Generación Z, que representa a una parte importante de la sociedad, se convirtió en un escenario de tensión y conflicto. Es triste pensar que jóvenes que buscan ser escuchados y luchar por sus derechos terminen enfrentando consecuencias tan severas. La situación refleja un clima de represión que puede desincentivar la participación ciudadana y el diálogo. Es fundamental que se busquen formas de resolver los conflictos sin llegar a la violencia y sin criminalizar la protesta pacífica.