
14 NOVIEMBRE 2025-NACIONAL-Durante el Tercer Encuentro Nacional Estudiantil de Ciencia Política en la Universidad de Guanajuato, el senador de Morena, Gerardo Fernández Noroña, vivió un momento de confrontación con estudiantes que le gritaron “¡fuera!” y le exigieron que dejara de dar su ponencia. Los reclamos incluyeron acusaciones sobre el caso de Carlos Manzo y cuestionamientos por sus viajes al extranjero, generando un ambiente tenso en el auditorio universitario.
Los estudiantes reprocharon al morenista su supuesta responsabilidad política en la muerte de Carlos Manzo y lo interrumpieron mientras hablaba. Noroña respondió de manera firme: “Mira compañero, cuando te toque hablar, hablas”, tratando de mantener el orden y señalando que la mayoría de la audiencia estaba interesada en la ponencia. La tensión se intensificó con los gritos de “¡que se baje!” y los abucheos de los asistentes.
Acusaciones de “reventadores” y porros
El senador calificó al grupo de estudiantes como “un pequeñísimo grupo con la intención de reventar la asamblea” y comparó su comportamiento con el de las bancadas del PRI y el PAN, a quienes calificó de intolerantes a la discusión y a la reflexión seria. La reacción de los jóvenes incluyó abucheos y más gritos de “¡fuera, fuera!”, evidenciando la polarización dentro del recinto universitario.

Fernández Noroña cuestionó el actuar de los estudiantes como “porros y reventadores” y resaltó que su asistencia fue como invitado para dar una charla y no por voluntad propia de participar en conflictos. El senador defendió que no permitiría faltas de respeto y pidió que se respetara el espacio académico para mantener el desarrollo del evento, asegurando que los actos disruptivos afectaban a la mayoría de los asistentes interesados en la discusión.
El incidente se da en un contexto donde la figura de Noroña es polémica, tanto por su estilo directo como por las críticas a sus viajes al extranjero, los cuales contrastan con su discurso a favor de la austeridad republicana. La confrontación también refleja la tensión entre la política partidista y los espacios educativos, donde algunos estudiantes buscan expresar inconformidades mientras otros defienden la libertad de cátedra y debate.








