
El Gobierno de Venezuela rechazó categóricamente las declaraciones del portavoz del secretario general de la ONU, Stéphane Dujarric, quien pidió “desescalar las tensiones” entre Caracas y Washington. Durante un congreso de juristas celebrado en la capital venezolana, el canciller Yván Gil aclaró que “aquí no estamos frente a una confrontación ni a un conflicto entre dos Estados”, sino ante “un intento de invasión y de sometimiento” por parte de EE.UU.
Gil instó a Naciones Unidas a “llamar las cosas por su nombre” y a reconocer las agresiones unilaterales de Washington contra Caracas, especialmente el reciente despliegue militar estadounidense en el Caribe. Según el canciller, estas acciones “no buscan el diálogo, sino imponer por la fuerza una violación de la soberanía nacional”.
Asimismo, el jefe de la diplomacia venezolana denunció las “ejecuciones sumarias” cometidas por fuerzas estadounidenses contra personas a bordo de lanchas en aguas internacionales. “A esas personas asesinadas no se les dio derecho a la defensa, ni siquiera se demostró si portaban armas o cometían algún delito”, subrayó.
El funcionario calificó como “lamentables” las palabras de Dujarric, al considerar que “intentan equiparar a la víctima con el agresor” y minimizar los actos de hostilidad contra Venezuela.
Finalmente, Gil reiteró que su país seguirá defendiendo su soberanía y los principios del derecho internacional. “No hay tensiones que resolver, hay una agresión que denunciar ante el mundo”, sentenció.








