
Este lunes 24 de noviembre está marcado como fecha clave para el agro mexicano: organizaciones de productores y transportistas han convocado un paro nacional que incluirá bloqueos de carreteras, casetas y aduanas para exigir respuestas concretas del gobierno federal.
La movilización reunirá a grupos como el Frente Nacional para el Rescate del Campo (FNRC) y la Asociación Nacional de Transportistas (ANTAC), quienes acusan falta de liquidez, baja productividad y abandono del campo. Según sus estimaciones, alrededor de 500 mil personas participarán en el centro y sur del país, además de estados fronterizos.
Entre las exigencias centrales figuran: la aplicación de un precio justo para la tonelada de maíz —que los productores ubican entre 20 % y 30 % por encima de lo actual—; la exclusión de los granos básicos del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T‑MEC); la creación de una banca de desarrollo para el agro; y una respuesta integral ante la inseguridad que enfrentan transportistas en rutas de carga.
Los bloques se intensificarán en autopistas estratégicas y puentes internacionales, focalizándose especialmente en el tránsito de mercancías. El transporte privado o de pasajeros no sería afectado, pero el flujo de carga sí estaría condicionado. Las ubicaciones exactas aún no han sido precisadas; se habla de al menos 25 entidades federativas involucradas.
En rueda de prensa frente al Palacio Nacional, los líderes de la protesta advirtieron que la movilización no se diluirá hasta que el gobierno federal se siente a dialogar directamente y ofrezca garantías reales al sector. Subrayan que las ofertas previas solo han beneficiado a ciertos productores o regiones.








