
Este jueves 13 de noviembre, la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) puso en marcha un paro nacional de 48 horas que no solo moviliza a la capital del país, sino también a diversos estados de la República. Desde las primeras horas de la madrugada, los maestros se dieron cita en el Centro Histórico de la Ciudad de México para exigir al Gobierno federal respuestas contundentes a sus demandas.
La víspera, unos 500 docentes llegaron provenientes de entidades como Oaxaca, Michoacán y Guerrero —representando secciones fundamentales del magisterio en lucha— y lograron burlar el cerco policial instalado desde las 04:00 h alrededor de la Plaza de la Constitución, primero para posicionarse frente al Palacio Nacional y luego avanzar hacia la Cámara de Diputados. El ambiente se espesó con jaloneos en la calle Correo Mayor, todavía temprano, cuando los manifestantes intentaron derribar vallas de seguridad.
Según el plan anunciado por la CNTE, el punto neurálgico será la instalación de un plantón frente al Parlamento federal, donde los maestros demandan la abrogación de la Ley del ISSSTE de 2007, el regreso al régimen solidario de pensiones, mayor presupuesto para educación y salud, así como el restablecimiento de la mesa de diálogo con la Presidencia de la República. Ante estas exigencias, la titular de la Secretaría de Gobernación, Rosa Icela Rodríguez, aseguró que el Gobierno ha atendido ya los puntos planteados, sin embargo la CNTE descartó aceptar maniobras de tipo político en su movilización.
La movilización también ha generado efectos viales importantes en el centro de la capital. La Secretaría de Seguridad Ciudadana de la Ciudad de México (SSC) implementó cortes preventivos en avenidas clave como Fray Servando Teresa de Mier, y la circulación de autobuses de turismo fue muy notoria desde primeras horas, con contingentes arribando a los bloques para la protesta. La CNTE, por su parte, transitó por la zona de la Cámara de Diputados sobre el bloque derecho de la Avenida Cecilio Robelo, lo que generó recomendaciones de uso de vías alternas como Eje 3 Oriente.
El episodio refleja no solo la fuerza de movilización del magisterio organizado, sino también el desafío que representa para las autoridades una agenda que considera estructural: «No canalizamos una queja, exigimos que se reviertan decisiones que afectan a generaciones de maestros y trabajadores», dijeron los líderes de la CNTE en su comunicación oficial. En tanto, el Gobierno asegura que mantendrá el diálogo abierto, aunque advierte que no permitirá manifestaciones con tintes partidarios. La tensión se mantiene y aún está por verse cómo evolucionará esta protesta que sacude la capital.
Para quienes transitan por el centro de la Ciudad de México, se recomienda consultar las vías alternas y mantenerse al tanto de los anuncios oficiales. Las próximas horas serán clave: ¿logrará la CNTE instalar su plantón y forzar avances? ¿Responderá el Gobierno con una negociación de fondo o con medidas disuasorias? Lo cierto es que hoy la educación y la protesta se mezclan en un solo grito que no pasa inadvertido.








