
12 DE NOVIEMBRE DEL 2025 – NACIONAL. Un vuelo comercial que cubría la ruta de Tijuana a Veracruz se vio obligado a realizar un aterrizaje de emergencia en el Aeropuerto Internacional de Monterrey. El incidente se desencadenó debido a la conducta disruptiva y hostil de uno de los pasajeros a bordo, lo que obligó a la tripulación a activar los protocolos de seguridad. La aerolínea Volaris, responsable del vuelo, confirmó el suceso a través de un comunicado oficial en sus redes sociales, asegurando que la acción se tomó para garantizar la seguridad de todas las personas a bordo.
La aerolínea Volaris, identificando el vuelo como el 3382, explicó que la decisión de desviar la aeronave y realizar el aterrizaje de emergencia se debió a que un cliente a bordo «no acató las indicaciones de seguridad de la tripulación y se comportó de manera disruptiva» hacia otros pasajeros y hacia el personal de la cabina. A pesar de la situación de riesgo potencial, la aerolínea enfatizó en su comunicado que, gracias a la rápida acción del personal, en ningún momento el resto de los tripulantes o el personal estuvieron en peligro.
Pasajero Controlado y Atención a la Emergencia
La compañía aérea detalló que la persona con la conducta hostil fue controlada por la propia tripulación antes de que el avión tocara tierra. Sin embargo, la gravedad de la situación obligó al capitán a solicitar el aterrizaje de emergencia en Monterrey para asegurar una resolución segura. Al llegar al aeropuerto, el avión fue atendido de forma «diligente y con prontitud» por las autoridades locales y elementos de la Guardia Nacional , quienes procedieron inmediatamente a la detención del pasajero disruptivo para tomar las medidas legales correspondientes.

El Aeropuerto Internacional de Monterrey (AIM) confirmó que se activaron los protocolos de emergencia alrededor de las 20:48 horas, una vez que se recibió el aviso sobre la amenaza a bordo. Mediante un mensaje en su cuenta oficial, el aeropuerto informó: «Se activaron los procedimientos de emergencia para atender el vuelo VOI3382 proveniente de Tijuana con destino a Veracruz». Aunque las autoridades aeroportuarias estaban atendiendo la situación, aseguraron a los demás viajeros que las operaciones del aeropuerto se estaban llevando a cabo «de manera normal».
Falsa Alarma y Protocolos de Seguridad
Volaris aclaró un punto importante que había generado confusión inicial: la posibilidad de encontrar un explosivo o un arma de fuego a bordo resultó ser una falsa alarma. La aerolínea fue contundente al comunicar que las supuestas amenazas no se concretaron, aunque el comportamiento del pasajero fue suficiente para justificar el aterrizaje de emergencia y la intervención de las fuerzas de seguridad. La prontitud y la coordinación de las autoridades aeroportuarias, la Guardia Nacional y la tripulación fueron claves para manejar el incidente.
Un dato relevante que el aeropuerto de Monterrey buscó aclarar fue la versión sobre un supuesto cierre de terminales. El AIM informó que en ningún momento se cerraron las operaciones de ninguna terminal, lo cual desmintió la información que se había difundido inicialmente tras el incidente. Posteriormente, el aeropuerto confirmó que todos los vuelos que habían sido desviados como medida estrictamente preventiva pudieron regresar a sus destinos originales, una vez que la situación en el vuelo 3382 fue completamente controlada y el pasajero conflictivo fue puesto a disposición de las autoridades.
La Ley de Aviación Civil y las Multas por Conducta Disruptiva.








