
12 de Noviembre del 2025.- Una tragedia ha conmocionado a la ciudad de Krasnogorsk, adyacente a Moscú, donde un niño resultó gravemente herido la noche del martes. El menor sufrió la explosión de un objeto que encontró en la calle, el cual resultó ser un explosivo camuflado de forma deliberada. El artefacto estaba diseñado para llamar la atención, ya que estaba envuelto con papel de regalo y tenía un billete de 10 rublos pegado en el exterior.
El incidente ocurrió cuando el pequeño agarró el atractivo paquete del suelo. En ese instante, se produjo la detonación que le causó heridas de extrema gravedad, afectando principalmente a su mano derecha. La defensora de los derechos del niño de la provincia de Moscú, Ksenia Mishónova, confirmó la severidad de las lesiones. Los médicos se vieron obligados a amputarle parcialmente los dedos de esa mano.
El gobernador de la provincia de Moscú, Andréi Vorobiev, identificó al menor como Gleb, de 9 años. El político visitó al niño en el hospital infantil de la capital donde está siendo tratado. Gleb tuvo que ser sometido a una intervención quirúrgica muy compleja que se extendió por seis horas. Actualmente, el pronóstico del paciente sigue siendo grave mientras lucha por recuperarse de las heridas causadas por el artefacto explosivo.
Las autoridades están tratando el caso con la máxima seriedad. La portavoz oficial del Comité de Investigación de Rusia, Svetlana Petrenko, comunicó este miércoles que se ha abierto una causa penal por el delito de «intento de asesinato cometido de una forma peligrosa para la sociedad». Aseguró que al niño se le está proporcionando toda la atención médica necesaria mientras la investigación avanza para encontrar a los responsables.
Potencia del explosivo y análisis forense
En el lugar de los hechos, los investigadores han trabajado meticulosamente para recolectar todas las pruebas. Petrenko señaló que «se ha efectuado la inspección del lugar de los hechos y se han incautado fragmentos del artefacto explosivo». El análisis preliminar determinó que la potencia del explosivo era equivalente a unos 10 gramos de TNT, una cantidad considerable para un dispositivo de ese tamaño.
Para esclarecer el crimen, en la investigación participan experimentados criminalistas y peritos del aparato central del organismo. Se están realizando peritajes forenses complejos para no dejar ningún cabo suelto. Estos análisis incluyen pruebas de explosivos, estudios molecular-genéticos (ADN) y análisis dactiloscópicos (huellas dactilares) para intentar identificar a la persona que fabricó y colocó el artefacto.
«Nuestros enemigos intentan alcanzar a nuestros hijos»
Ksenia Mishónova, la defensora de los derechos del niño, insistió en la advertencia a los padres, pidiéndoles que estén atentos y hablen con sus hijos. «Está terminantemente prohibido recoger nada del suelo. ¡Nada y nunca!», recalcó. La funcionaria vinculó el suceso con la «operación militar especial» en curso, sugiriendo que podría tratarse de una provocación.
Mishónova fue más allá y acusó a los «enemigos» de Rusia de intentar «alcanzar a nuestros hijos» y librar una guerra contra ellos. Recordó que en el Donbass «seres inhumanos colocaban minas en juguetes y dulces». Resaltó que los explosivos camuflados pueden adoptar formas de billetes o cajas de teléfonos, e instó a los padres a «cuidar a sus hijos» y mantenerse atentos.








